Boca y Fluminense definen al campeón de la Copa Libertadores 2023 este sábado 4 de noviembre en el Maracaná de Río de Janeiro. Y pese a que el duelo se da en la ciudad y el estadio en donde el conjunto tricolor es local, la final se da bajo la neutralidad impuesta por la CONMEBOL desde 2019, momento en el que el ente máximo de Sudamérica en lo que respecta al fútbol confirmó que las finales de Libertadores se definirían con un partido único.

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Por este motivo, la neutralidad impone igualdad de entradas para ambos equipos, además de un porcentaje elevado de entradas generales y protocolares. En el caso de esta final que se dará en el Maracaná, tanto Boca como Fluminense recibieron 20 mil entradas, mientras que el resto del estadio carioca se llenará con público neutral. Así, en el Maracaná no entrará ni un alfiler para lo que será el encuentro que definirá al campeón de la Libertadores.

Por cuestiones de logística y organización, alguno de los dos equipos debe ejercer de local pese a la neutralidad de localía, y sorpresivamente, para la final fue asignado Boca con esta categorización por encima de Fluminense, quien es en realidad el equipo que, en el resto de los partidos de la temporada, hace de local en donde el estadio que le es propio junto con Flamengo.

El motivo por el que CONMEBOL le dio la localía a Boca es simple: se dio mediante un sorteo entre los dos equipos a la hora de organizarse la distribución de entradas, y de la disposición de todas las cuestiones logísticas como la presentación de los uniformes y anuncios oficiales. Además del sorteo, la llave de octavos de final en adelante dejó ordenados a Boca y a Fluminense de una manera tal en para que el Xeneize se posicione como el local y Flu como el visitante. ¡Llamativo!

La localía en la neutralidad, con un dato que ilusiona a Boca con ser campeón

Respecto a la verdadera localía, la que le corresponde a Fluminense al tratarse del Maracaná, Boca tiene un dato a favor con el que puede ilusionarse. Es que teniendo en cuenta todas las finales neutrales que se han dado en la historia y que han albergado al local en dicha final, en todas ellas el club que fue el visitante allí fue el que obtuvo el triunfo y el consecuente título.

Esta situación ha ocurrido en 6 ocasiones en toda la historia, y esta final entre Boca y Fluminense sería la séptima oportunidad a nivel histórico. La primera de ellas fue en el año 2002, cuando Deportivo la Coruña venció por la Copa del Rey a Real Madrid por 2 a 1 en el Santiago Bernabéu. Este mismo estadio fue protagonista también de otra derrota de la “Casa Blanca” en una final neutral, donde el Atlético de Madrid logró vencerlo por 2 a 1 en la final de la Copa del Rey de 2013.

Volviendo en el tiempo, en 2005, CSKA de Moscú se coronó campeón de la Europa League al vencer en el estadio José Alvalade de Lisboa a Sporting y se consagró campeón del certamen europeo. En 2010, por la Copa Italia, Inter derrotó a la Roma en el Stadio Olimpico y logró la obtención de aquel título local de la mano de José Mourinho. Este escenario también fue protagonista de cómo, en 2015, Juventus venció en la misma Copa a Lazio, ganándole por 2 a 1.

Ya en lo que respecta a títulos mayores, Chelsea logró ganar su primera Champions League al vencer a Bayern Munich en la final, ni más ni menos que en el Allianz Arena en 2012.

De esta manera, son seis las finales neutrales en donde uno de los dos equipos llegó con su localía, y la de Boca contra Fluminense será la séptima a nivel histórico. Todas las anteriores fueron derrotas de los locales… ¿Se cumplirá esto también el 4 de noviembre?