LaUEFA Champions Leaguedecidió esta semana a los cuatro clasificados que lucharán por un puesto en la gran final que se desarrollará en Estambul el próximo 10 de junio. Además del Manchester City, Milan e Inter, Real Madrid consiguió su pase barriendo a un Chelsea que sigue en caída libre.

La situación del club londinense no es la mejor desde lo deportivo y, por ese motivo, lo económico también pasa a ser una preocupación luego de un importante cambio de mando en la institución tras la ida de Roman Abramovich. Es por eso que, tras haber fracasado en uno de los objetivos del 2023 -clasificar a la próxima Champions League-, Chelsea fue contundente con los nuevos fichajes de la reciente temporada.

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Todd Boehly, nuevo dueño de los Blues, decidió aplicar una particular cláusula en todos los contratos que se firmaron en su gestión (alrededor de 19 jugadores + renovaciones del plantel) que habilita el recorte del 30% de cada uno de los salarios pactados en caso de no alcanzar la plaza que otorga la Premier League hacia la máxima competencia UEFA del año siguiente.

Uno de los afectados es Enzo Fernández, por quien se invirtió una tonelada de dinero por su pase al igual queMykhailo Mudryk. Los más de 600 millones de euros despilfarrados en las últimas dos temporadas ponen al Chelsea en situación crítica y su ausencia en Champions significará una importante pérdida económica que Boehly decidió amortiguar con un gran recorte salarial para los recién llegados. Una medida que seguramente no habrá caído bien en los futbolistas.