Valentín Barco sigue sin poder ser inscripto por el Sevilla y la responsabilidad en último término, aunque de manera indirecta, es de otro futbolista argentino. Sucede que habiendo acordado Valencia la llegada de Enzo Barrenechea cedido por Aston Villa, descartó la alternativa que le suponía Joan Jordán en esa posición.

Sabiendo que el equipo Ché estaba buscando reforzar el centro del campo, los del Nervión habían ofrecido a Joan Jordán, quien todavía tiene tres años de contrato por delante, para ajustar así su masa salarial y poder anotar formalmente al exjugador de Brighton y Boca para empezar a utilizarlo.

Pero la llegada de Barrenechea al Valencia tiró por la borda esa opción y en Sevilla deberán analizar nuevas alternativas si quieren sacar provecho de lo que puede aportar el futbolista argentino, convocado por Lionel Scaloni para la doble fecha de Eliminatorias CONMEBOL de septiembre.

Valentín Barco, en su presentación en Sevilla.

Así las cosas, el futuro de Valentín Barco parece estar en manos de otro compatriota, además de compañero de Selección, como Gonzalo Montiel. Pese a haber formado parte de la convocatoria en los dos primeros compromisos del equipo por La Liga, no disputó ni un solo minuto y sabe que no entra en los planes de García Pimienta. Por otra parte, ha recibido propuestas que se encuentra analizando, aunque la que más dinero reportaría a Sevilla, cinco millones de euros más bonus que está dispuesto a pagar Rayados de Monterrey, es la que menos seduce al jugador.

Lopetegui puede ayudar a Barco

Otra negociación que trascendió en las últimas horas es la que habría iniciado Aston Villa para intentar dar con el fichaje de Lucas Ocampos, un futbolista que a diferencia de Gonzalo Montiel sí tiene gran importancia para el entrenador de Sevilla, que incluso le ha concedido el brazalete de capitán.

El hecho de que su contrato con los del Nervión finalice el año próximo podría ser clave para definir de todos modos su salida, ya que representaría una de las últimas oportunidades de obtener un buen dinero por él antes que se marche, de no aceptar una propuesta de renovación, con la ficha en su poder.