El partido de vuelta de la Semifinal de la UEFA Champions League entre PSG y Borussia Dortmund definió al primer clasificado a la gran final de Wembley, y el conjunto alemán sacó pasaje para definir el máximo torneo continental en Londres.
Recién la media hora llegaron las primeras opciones claras de gol; el Paris tuvo dos de ellas, con un tiro de Dembélé que se fue por arriba y una llegada al fondo de Vitinha que Mbappé no llegó a definir. Justamente, de esta última llegó un gran contraataque de Adeyemi, que no fue gol únicamente por la gran respuesta de Gigi Donnarumma.
El PSG tuvo la más clara en el inicio de la segunda parte, cuando Zaire-Emery entró sólo por el segundo palo tras un centro de Mbappé y su tiro se estrelló en el palo, ante un desesperado Kobel que nada podía hacer tras un desvío previo. Sin embargo, la respuesta fue del Dortmund y no falló.
Un centro preciso encontró a Mats Hummels totalmente sólo dentro del área chica, y con un frentazo de pique al piso, el defensor de amarillo venció a un Donnarumma atónito, que nada pudo hacer.
El gol de Hummels para el Dortmund
Con el orgullo herido y ya sí la necesidad de descontar inmediatamente, el PSG continuó atacando. La más clara fue a la hora de partido, con un tiro de afuera de Nuno Mendes que pegó en el palo. Por su parte, Gonçalo Ramos tuvo dos tiros desde centros atrás que se fueron por arriba.
PSG se hizo dueño de la pelota, y los últimos 20 minutos se jugaron en su campo, con alguna esporádica contra del Dortmund, pero que no generó mayor peligro para Donnarumma. Edin Terzic dio ingreso a Süle por Sancho, armando una férrea línea defensiva con cinco hombres, que frustró casi todos los intentos ofensivos del PSG.
Mbappé tuvo su gran chance, pero Kobel le tapó una pelota dentro del área a puro reflejo y luego Vitinha movió el arco con un tiro que pegó en el travesaño. El sexto tiro que rebotó en el marco del arco del Dortmund en la serie.
Sin embargo, sea por fortuna, virtud del Dortmund o yerro del Paris, lo cierto es que no pudieron descontar y, a fin de cuentas, el equipo alemán sacó su pasaje a Wembley para el delirio de su afición.