Después de vencer a Aldosivi en Mar del Plata,Bocavolvió a hacer de local en elEstadio José Amalfitani después de una década para medirse ante Rosario Central por la tercera fecha de laCopa de la Liga Profesional. Ambos equipos llegaron con los mismos puntos a uno de los partidos más atractivos de la jornada y están demostrando el porqué en el verde césped.

Como se preveía, el cotejo se presentó con mucho roce dentro de las áreas y el Xeneize se acercó con más peligrosidad en el inicio del juego, hasta que el Canalla tuvo la oportunidad perfecta para abrir el marcador en Liniers. Luego de un rebote que derivó de un balón en profundidad desde la defensa, Lucas Gamba quedó mano a mano con Agustín Rossi y el arquero del club de La Ribera le cometió penal a delantero, según determinó Ariel Penel.

A prori, los distintos ángulos de las repeticiones de la transmisión dan cuenta del error arbitral a la hora de señalar la pena máxima. No obstante, el juez no dio marcha atrás y le dio la chance al equipo del “Kily” Gónzalez de ponerse arriba en el tanteador desde los doce pasos. El especialista, Emiliano Vecchio, se hizo cargo de la ejecución tomando la pelota por encima de sus compañeros y, al momento de rematar, sucedió lo que muchos preveían.

El gran golero que tiene Boca volvió a sacar a la luz sus dotes en los penales y se lució para tapar con una mano el remate de la figura del Canalla. Como dice la frase popular, en el Amalfitani se hizo “justicia divina” a raíz del erróneo cobro de Penel a la hora de señalar la pena máxima con la tapada de Agustín Rossi, que deja el encuentro momentáneamente sin goles. Promesa de partidazo.