El fútbol argentino se está viendo conmocionado por la gran cantidad de lesiones de gravedad que están sufriendo los jugadores de la Liga Profesional, especialmente en los ligamentos de la rodilla. A raíz de esta problemática, el médico de Boca, Juan Pablo Batista, sacó un durísimo comunicado al respecto y abrió el debate.
Sobre esta cuestión puntualizó Fernando Signorini, histórico preparador físico de Diego Maradona, en diálogo con BOLAVIP. “Coincido en todo con Batista. Es un especialista y seguramente sabe más que todos nosotros. El estrés no es selectivo, porque el jugador tiene riesgo de lesionarse todo el tiempo. Lo más peligroso para un futbolista son los desequilibrios que se producen a nivel muscular, sobre todo el tren superior. Se entrena mucho la parte anterior de la pierna y no los flexores, que son los que te ayudan a frenar. Pareciera que los jugadores son autos de alta gama que tienen un gran acelerador pero no tienen freno. Son métodos más propios del atletismo”.
“Esto lo he constatado en futbolistas de muchos equipos, que parecieran tener dos cuerpos distintos: la pierna izquierda tiene una fuerza determinada y la derecha otra completamente distinta, sobre todo en la parte posterior”, agregó el PF.
La cuestión emocional es otro aspecto a seguir de cerca, según apunta Signorini: “Lo que representa hoy el fútbol a nivel mundial hoy en día hace que el jugador sufra una presión que a lo mejor no lo deja dormir de la manera que tiene que dormir o puede generar inconvenientes en la digestión por el estado nervioso”.
El exigente calendario de partidos: ¿motivo de lesiones?
“¿Por qué hay más lesiones que antes? Hay muchos motivos. Los calendarios están sobrecargados, se juega constantemente. El mismo Pep Guardiola ya lo dijo varias veces. Así no se puede, es brutal la cantidad de partidos que se juegan hoy. Esto lo acerca el jugador a la posibilidad de lesionarse”, aseguró el expreparador físico de Diego, sumándose a la crítica de cientos de protagonistas alrededor de la controversial programación de partidos a lo largo de una temporada.
“También hay un miedo incomprensible a perder, a las críticas, a perder el trabajo o el contrato… todo esto hace que se tienda a ser menos racional en los entrenamiento. Se creen que más es mejor, pero lleva a este tipo de inconvenientes físicos”.
La cúpula dirigencial, en la mira. “Los médicos son los que más saben de esto, pero nunca se dice nada sobre los calendarios y por eso lo de Batista es realmente para celebrar, porque dio un paso hacia adelante. Espero que los colegas de otros equipos lo imiten. ¿Hace cuánto se dice que el fútbol argentino necesita que se junten en una mesa para que todos puedan opinar y aportar soluciones a estos problemas? Pero como al negocio no le importa nada… bueno, seguirá todo igual”.
El “negocio”, el principal apuntado
“Al negocio no le importa nada”, asegura Signorini contundentemente. “Llegaron a jugar futbolistas sin adaptación previa a 3.600 metros de altura y dicen que nunca pasó nada, pero hubo víctimas fatales. En Perú mismo, en Cusco, un chico perdió la vida”.
“Recuerdo que en un viaje a Santa Cruz de la Sierra, cuando perdimos (Selección Argentina) con Bolivia 6-1, le dije al delegado de la federación boliviana: ‘¿Por qué no jugamos acá, a 500 metros de altura y en igualdad de condiciones para todos?’ El tipo, con un desparpajo llamativo, nos dijo: ‘No, nosotros queremos jugar en el lugar que más problemas le traiga al adversario‘. Ese no es el principio que tiene que regir en el deporte. Con ese criterio, Argentina debería jugar en la Base Marambio y el rival no puede ni bajar del avión”.
“Cuanto más sabe el director técnico, menos trabaja el preparador físico. Hablar de esta profesión a secas es anacrónico, eso nació para el atletismo. El fútbol es completamente distinto, el jugador tiene que resolver en una fracción de segundo entre miles de posibilidades y lo tiene que hacer bien para que no lo insulten o no le tiren un botellazo. Si Usain Bolt va quinto en una carrera, nadie lo va a insultar. Al jugador de fútbol, si se equivoca en la primera jugada lo insultan de todos lados. En definitiva, esto es un juego”.