Ver a Talleres jugando como local en el Estadio Mario Alberto Kempes se transformó en una imagen habitual desde su regreso a Primera División. Sin embargo, el viejo Olímpico de Córdoba pertenece y es administrado por el gobierno de la provincia y no le pertenece a la “T”.
De todas formas, el Matador mantuvo su localía en el barrio Chateau Carreras pese a contar con un estadio propio. Esto se explica con varios puntos a tener en cuenta, estrictamente relacionado a la evolución que tuvo Talleres a nivel institucional en los últimos años.
Desde la llegada de Andrés Fassi a la presidencia del club en 2015, La Boutique -estadio original de la “T”- quedó relegado para albergar los partidos del plantel profesional y fue sometido a constantes reformas para la realización de actividades como el fútbol amateur, inferiores y femenino.
Es que, con una capacidad levemente inferior a los 18 mil espectadores, el estadio de Barrio Jardín ya no puede darle lugar a los más de 70 mil socios que mes a mes pagan su cuota para, entre otras cosas, ver al plantel masculino en acción desde su regreso a Primera.
El Kempes, una solución para Talleres
A medida que La Boutique se quedaba corta de capacidad para los partidos de Talleres, el Estadio Mario Alberto Kempes le ofreció una alternativa viable al conjunto cordobés para trasladar su localía hace más de una década.
La estrategia financiera cierra por todas partes: los ingresos por venta de entradas y sponsors, entre otras fuentes, es un negocio redondo para el Matador. A esto se le suma la buena ubicación del Kempes y, por supuesto, una infraestructura que pocas sedes pueden presumir en el fútbol argentino.
Mientras tanto, la gestión que encabeza Andrés Fassi sueña con la construcción de un nuevo predio de alta tecnología para las actividades del club y, lógicamente, la creación de un estadio propio para ofrecerle las mejores condiciones al socio con patrimonio institucional.