El mismo espíritu combativo que los hinchas argentinos le celebraron a Lionel Messi defendiendo el brazalete de capitán de la Selección Argentina tanto en la Copa América de 2021 como en el Mundial de Qatar en 2022, poco a poco fue dando lugar a la aparición de críticas, especialmente en los dos últimos años, por parte de quienes entendieron que se había vuelto demasiado provocador incluso en partidos de mucha menor trascendencia, señalando, por ejemplo, los distintos cruces que ha tenido con un amplio abanico de rivales jugando en la MLS con Inter Miami.

La llegada de Rodrigo De Paul al equipo estadounidense, a quien muchos consideran su escudero, pareció potenciar todavía más esa actitud de parte de La Pulga, que en el último partido que disputó, por la final de la Conferencia Este ante New York City, mantuvo un muy picante duelo personal con Maxi Moralez después del cual no fueron pocos los que tomaron posición en favor del exjugador de Racing y Vélez.

Fue el propio Messi, en una entrevista exclusiva que concedió a ESPN, quien se encargó de responder a esas críticas y asegurar que su forma de ser no cambió en ese aspecto en los últimos años. “Siempre fui así. Uno cuando entra a la cancha cambia la personalidad. Afuera era tímido, introvertido . Y adentro de la cancha me transformaba. Gritaba, peleaba, pedía la pelota, quería ganar, hacer goles. Quería hacer todo bien. Hasta el día de hoy me pasa. Es parte del juego. Al final queda todo ahí”, señaló.

Y explicó: “Pase lo que pase, no deja de ser un partido de fútbol. Pero yo siempre juego para ganar, me caliento y uno muchas veces no controla las emociones en esos momentos. Pasan cosas que uno cuando está en frío las ve y no le gusta. Lo que pase adentro de la cancha es válido y queda ahí”.

Más allá de reconocer ese temperamento que siempre lo acompañó como futbolista, Messi bromeó al señalar que de todos modos nunca alcanzó los niveles de intensidad de otros dos campeones del mundo: Leandro Paredes, hoy de regreso en Boca; y Rodrigo De Paul, también compañero en Inter Miami.

“Los querés siempre en tu equipo, pero de rivales se hacen odiar. Después, afuera de la cancha nada que ver. Son dos pibes extraordinarios. Normales, sencillos, humildes. Les gusta joder, pasarla bien. Adentro de la cancha se transforman. Lo viven de esa manera, lo juegan de esa manera, para sentirse enfocados y metidos todo el tiempo en el partido”, destacó.

La última pelea de Messi en cancha

Un golpe de Maxi Moralez sin pelota sobre Maxi Falcón provocó la reacción de varios jugadores de Inter Miami durante la final de la Conferencia Este de la MLS, con Lionel Messi a la cabeza de las recriminaciones para dar lugar a un cruce picante que tuvo varios episodios a lo largo del encuentro.

El capitán de Las Garzas llegó a quedar cara a cara con el exjugador de Racing y Vélez, para que ambos pudieran decirse palabras poco amigables. Pero fue la insistencia de La Pulga por ir a buscar a Frasquito, algo similar a lo que hizo Rodrigo De Paul, lo que terminó valiéndole críticas en las redes sociales.