Quiero hablar de los periodistas echatécnicos. ¿Qué les pasa con Seba Domínguez y con Walter Erviti?

Pedir la cabeza de un entrenador no es nuestro laburo, pude haber caído en este error en alguna etapa de mi carrera, pero hace muchos años entendí que nuestro rol es criticar un planteo, una elección, una decisión, una declaración… Pero de ahí a pedir que dejen a alguien sin laburo, no tiene nada que ver. Siento que el periodismo deportivo está ensañado con Sebastián Domínguez, ya desde su etapa en Tigre, para dejarlo sin trabajo.

Cada partido que pierde es “¿Cuándo se va el panelista? ¿Cuándo lo rajan?”. ¿Por qué tanta bronca? ¿Por qué ser tan duro contra un tipo que, según mi experiencia, siempre fue un divino total?. Quizás se agrandó, quizás cayó mal alguna declaración suya. En su momento pidió que lo saquen a Lionel Scaloni, puede ser, pero ¿cuántos periodistas pedimos que lo saquen a Scaloni y seguimos laburando?

¿Qué es lo que nos da bronca? ¿Que por ahí explica el fútbol mejor que nosotros? ¿Les da bronca que es fachero, que tiene guita? No lo sé, no lo entiendo. No comparto este ensañamiento.

Vamos a analizar el caso de Walter Erviti, a quien ya echaron de Belgrano. Pibe más bueno que él no hay. Siempre dio notas, es un fenómeno, honesto, habla bien, explica bien el fútbol y quiere laburar. Le fue mal en el Pirata y antes le había ido mal en Atlanta, mientras el periodismo se abalanzaba contra él “¿cuando lo echan? ¿le van a dar otra oportunidad?”.

Paremos la mano muchachos, es un tipo que está empezando y quiere progresar por las buenas. Estoy seguro de que va a tener una tercera oportunidad.

No me gustan los periodistas que piden cabezas y me parece que fuimos injustos con Erviti y somos injustos con Sebastián Domínguez.