Independiente en el Monumental me hizo acordar a una frase de Hernán Díaz en un clásico que River quedó 11 contra 10 contra Boca y lo terminó perdiendo. Dijo, “Eramos el hambriento con el plato de comida servido y no lo pudimos agarrar”.

Independiente el sábado tenia todo para ganarle a River. Jugaba mejor, tenía las situaciones, silbaban al Millonario, había impaciencia en el público… Pero no lo pudo ganar.

Falló Gabriel Ávalos, lo dijo bien Julio Vaccari en conferencia de prensa: tuvo dos chances y no pudo. Demuestra Independiente que le falta un golpe de horno para empezar a ser un equipo importante con aspiraciones y que levante pagarés importantes como no ganar en el Monumental hace 16 años.

Gallardo, para mí, sigue sin encontrarle la vuelta. Terminó el año 2024 con Facundo Colidio de titular y Borja en el banco, después cambió, ahora volvió a eso, sacó a Germán Pezzella del equipo, en el entre tiempo se cansó de Marcos Acuña. Pero ganó porque River le tiró la camiseta.

Independiente ve la banda roja y pierde. Pero lo de River para mi no es para soñar.