Ramona es un pueblito de 2000 habitantes, situado 50 km al oeste de Rafaela, la tercera ciudad en importancia de la provincia de Santa Fe, por detrás de su capital (Santa Fe de la Vera Cruz) y Rosario. Con sus casi 100.000 habitantes, Rafaela adoptó a Tomás Mondino cuando era un nene (aún lo es, ¡a no perder eso de vista!) de 9 años hasta verlo convertirse en una de las grandes figuras de los Juegos Suramericanos de la Juventud Rosario 2022. El chico de 16 años (27 de mayo de 2005), en rigor, nació en la Ciudad de Buenos Aires, pero días después se afincó en Ramona, el lugar elegido por sus padres Ceferino y Silvina (Rodríguez Meson) para vivir hasta que decidieron dejar la serenidad de su pueblo por la estructura que Rafaela le ofrecía a una familia con cinco chicos para criar: Araceli (de 19 años y también velocista), Tomás (de 16), Alma (12) y los mellizos Azul y Fede (de 9).
Para la familia Mondino el deporte es una consecuencia, casi un estilo de vida. En su visión, es un enorme catalizador de oportunidades. Tanto Ceferino como Silvina son profesores de educación física. Uno, Ceferino, más afín al alto rendimiento. Mientras que Silvina está más ligada al deporte recreativo. “Creo que ese mix nos ayuda mucho y nos equilibra”, contó Ceferino a Bolavip. Y agregó: “Es una política familiar. El deporte para nosotros forma parte del proceso de educación. Empezó Araceli con el atletismo y eso lo llevó a Tomi. Lo de Tomi es una consecuencia de haber acompañado a su hermana a competir”. En suma, los Mondino son una familia que abona a esa teoría que infiere al deporte como un espacio formador de personas, más allá de la proyección hacia el alto rendimiento. A sus ojos, sirve como muestrario ideal para articular el crecimiento de las personas porque ofrece enseñanzas, costumbres y hábitos saludables en tiempos de enorme globalización electrónica. Para ellos, la aldea global en la que está inmerso el mundo es sinónimo de desarrollo pero eso no los quita de su foco esencial: los valores y los afectos como el esfuerzo no se negocian.
En este círculo virtuoso creció Tomás Mondino, quien en Rosario 2022 se alzó con dos medallas de oro, en 100 y 200 metros. Parece hecho para esto, para la velocidad. Su voracidad no choca con su procaz juventud sino que funciona como disparador para potenciar sus fibras rápidas. El ADN Mondino- Rodríguez Meson le aportó un espírutu tan competitivo como generoso. Esas que empezaron a forjarse en el Círculo Rafaelino de Rugby hasta que el profesor Diego Rosetti le comentó a Ceferino que Tomás era muy veloz y que había en él un wing en portencia. Ante aquella confesión de Rosetti, Ceferino abrió el arcón de los recuerdos y desempolvó viejos elementos de atletismo: una cinta métrica y un cronómetro. “Como Diego (Rosetti) nos dijo que corría fuerte lo llevé al Club Ciclistas de Rafaela para probarlo yo mismo. Le tomé el tiempo en 60 metros y busqué en una tabla de percentiles y me daba nivel de excelencia para su edad (tenía 12 años). Hasta dudé si había tomado bien el tiempo y la distancia”, rememoró el papá de Tomás, a quien nunca le gustó el fútbol y por eso empezó a correr detrás de una pelota ovalada de rugby.
Con semejante revelación empírica y con el antecedente de Araceli, que ya estaba corriendo en pista, Tomás cambió de deporte y de camiseta por la del Club Rafaelino de Atletismo y Servicios Sociales y Deportivos para iniciar el proceso que hoy lo tiene como un visible talento deportivo con proyección internacional. Sin embargo, durante unos años combinó ambos deportes hasta que, no hace mucho, se decidió por los zapatos con clavos y los tacos de partida.
El estadio Municipal Jorge Newbery fue el escenario en el que Tomás Mondino se quedó con las dos preseas doradas. Con 10s48 y 21s28 se consagró doble Campeón Suramericano Juvenil de 100 y 200 metros llanos para seguir surcando un futuro alentador en una especialidad que la Argentina, en verdad, por genética y desarrollo es complejo competir en la órbita internacional. En los 100 metros ganó con gran autoridad sobre el peruano Aron Earl (10s65) y el uruguayo Adrián Nicolari (10s67). Mientras que en los 200 metros aventajó al chileno Benjamín Aravena (21s59) y al uruguayo Adrián Nicolari (21s79). De esta forma, Mondino confirmó todo lo que se pensó y dijo antes de esta cita deportiva e Rosario, tras completar otra faena con doblete internacional con sus triunfos en los Campeonatos Sudamericanos U20 de Lima y U18 en Encarnación de 2021. “Apareció en la escena en los últimos tres años. Tomás tiene un físico adecuado para la prueba, mide más de 1,80 metros, es extremadamente veloz y técnicamente, si bien está en sus inicios, tiene una capacidad reactiva increíble, sobre todo después de los 50 metros donde aparece todo su potencial y talento. Tiene una proyección increíble y eso se hace compitiendo en su categoría. Tiene todo para ser uno de los mejores velocistas de la historia argentina, tiene una claridad enorme de lo que quiere hacer”, detalló Fernando Díaz Sánchez, Técnico del Area de Fondo y Responsable de Desarrollo Deportivo de la Confederación Argentina de Atletismo (CADA).
Su papá y entrenador Ceferino Mondino es su principal guía y en él se inspira Tomás para correr a toda velocidad. Claro, Ceferino fue campeón nacional juvenil de velocidad a comienzos de la década de 1990. “A veces es difícil la relación de padre y entrenador. Muchas veces, cuando es tu papá y tu entrenador al mismo tiempo, puede no dar frutos. Pero con él siempre la pudimos llevar durante todos estos años, acomodando mis entrenamientos en base al estudio”, precisó Tomás en una entrevista radial previa a los Juegos de Rosario 2022. Y añadió: “Hay momentos de tensión, como toda familia. Más que ser buen entrenador, el desafío más grande es ser buen papá. El otro día le dije lo emocionante que es cuando alguien ve a tu pibe y te dice: ‘Qué buen tipo que es’. Más allá de si es buen deportista o no, el deporte forma valores y personas, cosecha un montón de amistades”. Pero para Ceferino, oficiar de padre y entrenador, tiene una ventaja. “En verdad, no es fácil ni una cosa ni otra. Ser padre y ser entrenador es complejo. Pero creo que tiene su ventaja que, bien empleada, puede ayudarlo. Como padre sé todo lo que pasa en su vida, tenés mucha más información y eso te permite cuidarlo mejor. Sé a qué hora se acuesta y a qué hora se levanta, sé si tuvo una mala noche o si no pudo dormir por algo. Eso, en cierta forma, me sirve para llevarlo día a día”, explicó Ceferino del otro lado del teléfono mientras viajaba a Ramona, el pueblo en el que Tomás creció.
“Fue increíble el público en las tribunas. Nunca había corrido con público en mi país. Creo que sentí mucha presión por las marcas que había tenido. Igual, yo mismo me puse esa presión para correr bien. Nadie me dijo nada, pero sé que hay presión, siento que saben que tengo que ganar”, sostuvo Tomás, una vez que ganó los 100 metros, prueba de la que es récord argentino con un registro de 10s43 logrados en el Sudamericano Sub 20 de Lima 2021, donde batió las plusmarcas nacionales de las categorías Sub 18 y Sub 20. “Ya había salido campeón sudamericano y ahora campeón en un Juego Suramericano, donde creo que tiene mucho más mérito porque son más países, hay más rivales y nuevos oponentes”, detalló Mondino que también ostenta la mejor nacional de 200 metros, con 21s24 (también conseguida en Lima 2021), para desbancar a Nicolás Piorno quien, en la altura de Chuquisaca, Bolivia, había corrido, en 2005, en 21s40.
En la actualidad, Franco Florio es la referencia en mayores para las pruebas de velocidad y comparte con Tomás un mismo paso: dejó el rugby por el atletismo. En su visión, Tomás es una realidad que merece tiempo y dedicación. Pero, sobre todo, paciencia para seguir edificando los cimientos de un atleta que tiene antecedentes que superan las expectativas: fue récordman nacional en los 80 metros en Sub14, 100 y 200 Sub 18 y Sub 20. El último se lo sacó al propio Florio, para bajarle los 10s51 a los 10s43 actuales. “Tomás es el chico que más se destaca. Todos los ojos están en él, pero hay que darle su espacio y dejarlo crecer. Tiene un futuro enorme y su presencia ayuda mucho porque es muy positivo que haya chicos como Tomás que estén corriendo a ese nivel y eso, más temprano que tarde, servirá en mayores para empujar el nivel”, expresó Florio, segunda marca histórica de mayores en 100 metros con 10s24, apenas una décima por debajo de Carlos Gats, quien logró el actual récord nacional -10s23- el 17 de julio de 1998 en Lisboa. Aquel registro aún vigente por las piernas de Gats tuvo en Gustavo Plá, un experimentado entrenador cubano, a su guía. La misma, justamente, que hoy coordina con Ceferino el crecimiento exponencial de Tomás.
Es tiempo de celebrar, sin dudas. Sobre todo, para Tomás, un chico de 16 años al que no se lo debe presionar ni subir a ningún pedestal. Primero, por él. Luego, por los suyos, los que siempre estuvieron y nunca lo dejarán. En épocas triunfalistas y exitistas, el trabajo silencioso del propio atleta, junto con su círculo íntimo, será determinante para, luego, dilucidar y exteriorizar cuál es el futuro que desea un adolescente que aún tiene un mundo por vivir y experimentar.
Todas las medallas argentinas en atletismo en los Juegos de Rosario 2022:
La delegación argentina de atletismo, que contó con un total de 36 atletas, terminó en el segundo lugar del medallero en esta disciplina (3° en la general) con un total de 20 medallas (seis doradas, ocho plateadas y seis de bronce).
Por delante de la Argentina terminó Brasil, con 23 medallas (12 de oro, tres de plata y ocho de bronce), y el podio lo completó la delegación chilena, con 13 medallas (cuatro doradas, seis plateadas y tres de bronce).
- Lanzamiento de jabalina masculino: Jenaro Aldaz (bronce).
- Salto en largo femenino: Victoria Zanolli (bronce).
- Lanzamiento de jabalina femenino: Anelis Korniejczuk (oro) y Maira Rosas (bronce).
- 1.500 metros femenino: Juana Zuberbuhler (plata).
- 100 metros femenino: Camila Rodríguez (plata).
- 100 metros masculino: Tomás Mondino (oro).
- Lanzamiento de disco femenino: Delfina Orona (plata).
- Lanzamiento de bala femenino: Anelis Korniejczuk (plata).
- Salto con garrocha femenino: Carolina Scarponi (oro).
- 400 metros masculino: Ignacio Cabrera (plata).
- 800 metros femenino: Juana Zuberbuhler (plata).
- 800 metros masculino: Uriel Muñoz (bronce).
- Salto en alto femenino: Joaquina Dura (bronce).
- Lanzamiento de martillo femenino: Giuliana Alarcón (oro).
- 400 metros con vallas femenino: Renata Godoy (plata) y Helen Bernard Stilling (bronce).
- Salto triple femenino: Joaquina Dura (plata).
- 200 metros masculino: Tomás Mondino (oro).
- 3.000 metros masculino: Lorenzo Riba (oro).