María Victoria Rodríguez López tiene 30 años y este lunes se convirtió en la primera deportista latinoamericana que compitió en patinaje de velocidad en un Juego Olímpico de invierno. Lo hizo en el Ovalo Nacional de Patinaje de Pekín, en la prueba de 500 metros femeninos.
La neuquina completó el recorrido en 39s.70/100 y se ubicó en la última colocación entre las 30 competidoras que participaron. Quedó a sólo 2,66 segundos Erin Jackson, la patinadora estadounidense que se quedó con el oro. Jackson, con 37s. 04/100, se alzó con la presea de oro, mientras que la japonesa Miho Takagi se situó segunda, a 08/100. El último escalón del podio lo ocupó la rusa Angelina Golikova, a 17/100.
El puesto no fue el deseado, claro. Rodríguez López surgió en el patín tradicional, sobre ruedas, en las modalidades de pista y ruta en las que alcanzó varios podios en diferentes campeonatos del mundo. En 2017 se radicó en Estados Unidos con el objetivo de convertirse en deportista olímpica. Un año después, en la previa de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang 2018 quedó muy cerca de lograr su objetivo. Debió esperar y en 2020 obtuvo la clasificación para Pekín 2022, luego de romper el récord argentino y sudamericano en la Copa del Mundo de Salt Lake City, Estados Unidos. En Salta Lake City mejoró su marca: bajó de 38s38c a 38s35c.
Por su parte, el Comité Olímpico Argentino (COA) destacó la actuación de la deportista y señaló que quedará en la historia del deporte argentino “ya que se convirtió en la primera patinadora sobre hielo argentina en competir en una cita olímpica”.
