El último miércoles fue un día triste para el hincha de Boca. Uno de los micros que llevaba a un grupo de simpatizantes volcó en la ruta y provocó la muerte de Paola Fleitas, una joven de 32 años. Entre los heridos estaba Daiana, que hace horas publicó un hilo en Twitter sobre el accidente.

"El peor momento de mi vida", aseguró la simpatizante, que sufrió dos fracturas (una en la cadera y otra en el final de la columna) y continúa internada en Mendoza. Junto con Paola eran las únicas dos mujeres que había entre los pasajeros. Eran amigas y se conocieron por su pasión por el Xeneize.

"En la tele decía 'falleció una mujer'. Yo sabía que era ella, solo eramos dos chicas en el micro y yo estaba viva, pero rogaba que se hayan equivocado, que no sea como estaban diciendo", relató. "Se me partió el alma en mil pedazos", dijo sobre el momento en el que le confirmaron la noticia.

+ El relato de Daiana

Pasaron más de dos días y todavía sigo repitiendo en mi mente todo el trayecto que hizo el micro desde que reventó esa cubierta hasta que volcó. El peor momento de mi vida. Fueron segundos, fue todo tan rápido, pero realmente parecía que pasaba en cámara lenta.

Un accidente que terminó con la vida de Paola, una persona hermosa en todos los sentidos. Cada vez que estábamos juntas la pasábamos de 12, era vernos y empezar a reírnos como 2 loquitas, no había forma de que no estemos felices juntas. Persona divina que conocí gracias a Boca.

Como dije, no paro de repetir el momento del accidente, pero tampoco dejo de pensar lo que pasaba 5 minutos atrás: llegamos a Mendoza, bajamos del micro para que hagan la requisa que no tardo más de 10 minutos y volvimos a subir para retomar con nuestro viaje.

Todavía faltaba para que lleguemos al destino, así que seguimos viajando. Mientras tanto desayunamos, Mauri desayunaba fernet, Pao un mate y compartíamos galletitas. "Cada uno desayuna como quiere" dijo ella por el fernet.

Nos recostamos y Pao se quedó dormida, al ratito la despertamos y repartimos las entradas porque ya faltaban solo 40km para llegar, estábamos re contentos. Era mi primer viaje yendo a ver a Boca así que la felicidad era infinita. Sacamos foto de las entradas (entre risas) y ahí se fue todo a la mierda...

Empezaron los gritos y el micro empezó a moverse para todos lados. "Agárrense fuerte" escuchaba. Solo recuerdo que puse los pies en el plástico de adelante e hice fuerza para no caer contra el parabrisas. Tenía miedo. En ese momento ya sabíamos que el micro iba a volcar, solo quedaba esperar a que eso pasara. Era esperar lo inevitable.

Cae el micro y en uno de los impactos caigo sentada y ya no recuerdos nada más hasta que estuve tirada en el medio de la ruta, llena de sangre, tierra, vidrios. No podía moverme del dolor, pero la buscaba a Pao y la vi, vi sus piernas. Sabía lo que pasaba, tenía mucho miedo, no podía hacer nada.

Las ambulancias llegaron super rápido y en una fui yo. Con todo el dolor del mundo (físico y emocional) me hicieron estudios. No escuchaba nada de lo que decían los doctores, solo temblaba y repetía ese momento una y otra vez.

Me llevaron a una sala de trauma y en la tele decía "falleció una mujer". Yo sabía que era ella, solo éramos dos chicas en el micro y yo estaba viva, pero rogaba que se hayan equivocado, que no sea como estaban diciendo. Los doctores me hablaban y yo solo pedía que me dijeran cómo estaba ella. Mis amigos. Solo quedaba esperar hasta que me dieran información.

Pasaron horas hasta que supe algo y tuve la confirmación de que la persona que había fallecido era mi amiga. Se me partió el alma en mil pedazos. Hubo muchos heridos, ninguno de gravedad. Un accidente que me dejó dos fracturas: una en la cadera y otra en el final de la columna, como dijeron los doctores. No puedo moverme porque termino llorando del dolor. Dependo las 24 horas de otras personas y es super frustrante.

Es horrible y no puedo. No pudo dejar de repetir todo esto una y otra vez. Faltaba tan poco para llegar. Estoy en Mendoza, lejos de mi familia y amigos y no hay palabras que puedan calmar un poco lo que siento. Solo agradezco a todas las personas que han mandado mensajes de aliento y a Mauri, que teniendo el alta el mismo día del accidente se quedó conmigo y no me dejó sola.