Diego Latorre tuvo dos etapas como futbolista de Boca. Su debut en Primera División fue con la camiseta azul y oro e integró el plantel entre 1987 y 1992. Luego de su paso por Europa, regresó en 1996 y se fue en 1998. En total, disputó 242 partidos oficiales con el Xeneize, en los que marcó 77 goles y ganó dos títulos (Supercopa 1989 y Recopa 1990).
El inicio de su carrera tuvo una particularidad y ahora el propio “Gambetita” dio los detalles. En principio, contó que su situación económica era buena más allá del fútbol y por eso estuvo en duda su proyección en este deporte. “Lo mío fue azaroso, no buscado. Mi viejo me decía: ‘No vayas, no dejes el colegio’. No me interesaba demasiado jugar de manera profesional. Pero se me abrieron los caminos”, manifestó en su charla con “Doble Mérito”.
“Yo venía de un estrato social totalmente opuesto, me robaban la ropa. Los chicos me discriminaban al revés, por tener dinero. Yo también iba a los entrenamientos con zapatillas con polvo de ladrillo… Antes me iba a dedicar al tenis”, reveló Latorre. Y agregó: “Los que me veíanme decían que jugaba mejor al tenis que al fútbol. Pero el fútbol integra, esa capacidad de jugar bien me sirvió para que a las tres o cuatro semanas ya esté integrado”.
Para Diego fue raro el contraste que se dio entre su vida y la de sus compañeros en las inferiores de Boca. “Pude invitar a los pibes a un asado a mi casa… Cuando veían la pileta la señalaban y no sabían lo que era. Experiencias de vida que fueron muy fuertes. Yo vivía en una realidad paralela. No tenía necesidades, nos íbamos de vacaciones a Estados Unidos, Hawaii, Japón, y los pibes de Boca no sabían lo que era una pileta“, sostuvo.