Supo disfrutar de las mieles de la Serie A. De jugar en un equipo que no llegó a ser campeón pero fue furor. Y hoy disfruta desde otro lado: hace tres años se instaló nuevamente en Sicilia para jugar en el ascenso italiano. Lo hizo en la Serie D y ahora, con el Kamarat, busca el ascenso desde la Promozione a la Eccellenza, la quinta categoría del fútbol italiano. El, dice, es feliz en ese paraíso.
El es Cristian Llama, uno de los 14 argentinos que en tiempos de Diego Simeone fue viral en el Catania casi albiceleste. Le atiende a BOLAVIP el teléfono desde su casa en Agrigento, donde vive y sigue jugando al fútbol, a poco de cumplir 39 años. Absolutamente vigente: “Sigo flaquito y sin pelo, ese no lo hacemos crecer más” se ríe.
Llama persiguiendo a Eric Lamela, de la Roma. Getty Images.
-¿Cómo es la rutina de un jugador del ascenso italiano?
-Gracias a Dios, yo tengo un contrato que sí me permite no tener que trabajar. Igualmente mi señora tiene un pequeño trabajito por el también tenemos una pequeña entrada. Eso me permite a mí, por ahora, enfocarme solamente en el fútbol, entrenarme. Las mañanas las tengo casi todas libres. De todos modos, hay muchos chicos, la mayoría de mi club, que trabajan todos. Quien tiene una escuela de fútbol, quien trabaja, porque obviamente el sueldo no les alcanza.
-¿De qué trabajan tus compañeros?
–Hay gente que trabaja por ejemplo en una línea de colectivos haciendo la inspección, hay otro chico que es kinesiólogo, otro vende las pistolas eléctricas para hacen masajes, vende esas cosas. El arquero tiene su escuela de fútbol, escuela de arqueros. Yo llegué hace poquito y me estoy interiorizando, los sigo Instagram. Hay otro que es policía. Nosotros entrenamos a las 3, por eso trabajan casi todos a la mañana. Entonces a la tarde tienen la oportunidad de venir a entrenar. Otros clubes donde he estado del ascenso, entrenábamos seis y media de la tarde porque justamente muchos trabajaban. El que siempre jugó en esta categoría tiene sus changuitas, obviamente.
-¿Va mucha gente a verlo?
-Sí, sí, va gente. Es Quinta División, como la D de Argentina. Dentro de poco tenemos el clásico y dicen que va a estar muy lindo porque es una ciudad donde hay 3.000, 4.000 habitantes y van todos. Es una ciudad muy apasionada del fútbol.
Antes de llegar al Kamarat, pasó por otros clubes del ascenso italiano, como el Asi Sant’Antonio Calcio. Foto IG.
-¿Jugar acá te permite vivir?
-Obvio que te permite vivir, olvidate que te permite vivir. Obviamente que sin grandes lujos, pero vivís, vivís sin pensar en nada, porque después tenés que pagar la luz pero si vos venís de afuera se encarga el club. O sea, el club te da casa y comida, punto. Listo. Y te da tu sueldito. Y ya está. Te olvidaste del alquiler y de comer. Te pagás tus cosas, te pagás tus vicios y si fumás, te compras tus cigarrillos, esas cosas.
-No parece para nada una mala opción…
-Desde mi punto de vista, es más que nada tratar de vivir una experiencia nueva. Obviamente que no venís a hacer la diferencia económica en estas categorías, pero sí venís a vivir una experiencia que para mí es única. No te digo que los estadios son bárbaros, pero están siempre bien. Uno que otro argentino te encontrás. Las ciudades son hermosas, no tenés inseguridad. No tenés que andar contando la moneda para ver si te alcanza o no te alcanza porque acá, si vos venís a un equipo de acá del ascenso, hay casa y comida. Si sos extranjero o si no sos de la misma ciudad, hay casa y comida. Te repito, no hacés diferencia económica en esta categoría, pero vivís una experiencia única y linda. Y quién sabe si te va bien, el año siguiente te llama otro equipo de otra categoría y es así, es también tratar de no esperar que la suerte venga a vos, sino vos tratar de buscar la suerte en otros lados.
-¿Qué tiene Sicilia?
-Tiene todo, Sicilia. Tiene todo. Mar, nieve. Podés esquiar y en el mismo momento después podés ir al mar. Es un paraíso. Tiene playas hermosas. La ciudad misma donde estoy yo, en Agrigento, ahora la van a nombrar capital de la cultura. Así que súper contento. Cada vez que me dicen Sicilia, yo no digo nada, abro la valija y empiezo a meter ropa y así fue que no volvimos.
En Argentina también jugó en Colón, Aldosivi, San Martín de Tucumán, Agropecuario y Gimnasia de Mendoza. Foto IG.
-Siempre que dicen Sicilia siempre se piensa en una cosa…
-¿La Mafia? Jaja. Está, sí que está, pero es muy difícil verla. De todos modos, mucha gente llega hasta Nápoli, los extranjeros o mismo los argentinos llegan hasta Nápoli y se vuelven. No vienen a Sicilia, no sé por qué, pero se pierden un 60% de lo que es Italia, que es lo más lindo. Ahora estamos casi en invierno y hace 13, 14 grados, sol… El clima también es una de las cosas por las cuales me incliné a volver. Entrenamos en un lugar de montañas, no es el clima que hace acá en Agrilento, pero de todos modos es agradable.
Cuenta que su idea es quedarse, más allá del futuro futbolístico que le toque cuando en abril termine el torneo y quede definido si lograron el ansiado ascenso. También va a comenzar el curso de entrenador UEFA para cuando finalmente decida colgar los botines.
–¿En dónde te gustaría dirigir?
-Veremos cómo van las cosas, depende de eso cuándo inicio mi carrera como técnico. O puede que no, por ahí no me da la oportunidad ningún club, ja. Es una rueda que cuando empieza girar es otra cosa, una vez que entrás en el círculo se hace todo más fácil, pero lo difícil es entrar. En estas categorías se me haría mucho más fácil poder dirigir, pero mis aspiraciones son para tratar de dirigir el día de mañana un club de la D, un club de la C, donde las cosas son más competitivas, donde tenga todos los elementos para poder trabajar. Es muy precario lo que nosotros disponemos hoy en día para entrenar. Tenemos una cancha, pelotas y no pidas más. Es muy básico lo que hay en esta categoría. Por eso, la vida que uno vivió como jugador y la suerte que tuvo de tener a disposición todo, porque teníamos todo, gimnasio, profes, editores de video, quien analizaba las pelotas paradas… Tratar del día de mañana tener eso a disposición, se hace todo mucho más fácil.
Primer viaje a Sicilia
Tenía apenas 21 años, pero ya tenía 50 partidos en Arsenal (debutó a los 17 con Jorge Burruchaga como DT) y el equipo del Viaducto había terminado el Apertura 2007 en un nada despreciable quinto puesto. Llama jugó los 19 partidos y metió cuatro goles, uno de esos a River. Y entonces, llegó la oferta. Volvió de sus vacaciones con un amigo en la Patagonia y se encontró con el cartel de vendido.
“Habré estado una semana en Bariloche y cuando volví me estaba esperando un empleado de Jorge Cyterszpiler y me dice: ‘Cerramos tu venta a Catania por cinco años’, me dice. Le dije ‘¿dónde está Catania?’. No sabía nada, tenía 21 años, pensaba seguir jugando en Argentina. No me imaginaba que fuera a pasar todo así tan rápido. Apenas llegué a casa, googleé todo, dónde estaba”, relata.
Llama marcado por Zanetti y bajo la mirada de Milito. Foto IG.
“Siempre me quedó la espina de jugar en un grande de Buenos Aires. Pero no hay mal que por bien no venga. No podía desaprovechar una posibilidad así tan grande, si no en Arsenal me iban a matar porque creo que me vendieron por dos millones de euros. Mirá si después me convertía en calabaza. Así que aprovecharon, siempre súper agradecido con la gente de Arsenal porque me han tratado siempre muy bien. Hasta hoy tengo relación con Julito Grondona”, explica.
Catania todavia no era “EL” Catania. Sólo estaba Mariano Izco en el club que luego se desbordó de cumbia y mate. “De a poco se empezó a meter un poco de música argentina, y después ya los italianos pasaban a ser más extranjeros que nosotros. Por ejemplo, en los almuerzos, nosotros comemos los dos platos juntos y el italiano el primo y el segundo. Después de un tiempo, los tanos empezaron a comer como comemos nosotros. Empezaban a copiar los tanos, a tomar mate, a escuchar cumbia, a escuchar reggaeton. Fue un momento hermoso, un momento divino, uno trata de no olvidárselo nunca, de recordarlo siempre”.
En aquel 2011, Diego Simeone llegó a poner a 9 argentinos entre los 11 titulares, además de los suplentes. En un partido ante Sampdoria, por poner un ejemplo, salieron a la cancha Mariano Andújar, Pablo Álvarez, Matías Silvestre, Nicolás Spolli, Ezequiel Carboni, Gonzalo Bergessio, Adrián Ricchiuti, Maxi López y Alejandro Papu Gómez. En el banco estaban Llama, Ezequiel Schelotto y Pablo Ledesma. Doce en total. Y el entrenador.
-¿Cómo fue aquel tiempo del Cholo DT en Italia?
-Vino en una situación dificilísima a Catania, estábamos peleando el descenso, eran todos los años así menos los últimos tres años de Catania en Serie A. Era su primera experiencia en Europa. Yo lo había enfrentado cuando estaba en Arsenal, él en Racing, sus últimos partidos. Llegó y nos dio su inyección desde lo anímico, lo psicológico y pudimos obtener el resultado que era salvarnos. Un técnico súper preparado, ya se veía en ese momento su mentalidad ganadora, adónde quería llegar y cómo iba a llegar. Y le pasó todo muy rápido, después de ahí se fue directamente al Atlético Madrid y hoy en día sigue haciendo cosas impresionantes. Eso da la pauta de que no estábamos equivocados, que estaba súper preparado.
-Alguna vez confesaste ser hincha de Racing, ¿hablaban de la Academia con el Cholo?
-Sí, hablábamos de cuando jugamos en contra, me dijo: “En Racing fue uno de los clubes donde más me sentí jugador de fútbol”, por todo. Por la gente, por cómo vivía día a día. Él es un loco del día a día, ¿viste? Ama eso, creo que en Racing los últimos años que tuvo como jugador y después pasó como técnico los vivió al máximo.
-Por eso del día a día es que muchos creen que nunca va a dirigir a la Selección…
-Ojalá que sí, ojalá que sí, pero no sé si él, tan loco por entrenar, por el día a día, agarra una selección. No creo, pueden llegar a pasar muchos años, por ahí cuando esté más viejito, que no pueda gritar tanto, que no pueda hacer sus corridas para festejar los goles, puede ser que agarre una selección, pero por el momento lo veo difícil más que nada porque tiene un presente muy bueno.
Una foto y un mal paso
En 2008, Llama firmó para sumarse a préstamo a Newell’s, buscando sumar minutos para luego volver a Catania. Sin embargo, terminó jugando apenas tres partidos: tras la firma, en Rosario comenzó a circular una foto del jugador con la camiseta del Canalla que un amigo le había regalado.
En el 2007 jugó todos los partidos del Apertura, fueron quintos y lo vendieron en 2m. Foto web.
“La foto es de antes de que vaya a Newell’s, creo que estaba en Arsenal. ¿En Arsenal quién te va a decir algo? La verdad es que estuve entusiasmadísimo cuando se dio esta oportunidad pero después me encontré con eso, la verdad que fue una estadía muy difícil para mí en Rosario, donde no estaba tranquilo. Eso se vio reflejado en la cancha después porque terminé jugando poquísimo. Me lo hicieron sentir todo el tiempo, todo el tiempo. Prácticamente no salía… Yo tenía muchos amigos en Rosario y no salía, no podía andar por la calle, estaba en el hotel, siempre encerrado en el hotel y a eso sumale de que no cobré un peso porque era la era (Eduardo) López, entonces todo mal, la única experiencia que me tocó vivir no grata. Después el club es enorme, la gente enorme, en lo futbolístico la verdad que pude aprovechar poco el poco tiempo que estuve ahí”.
Amor en Mendoza
Donde sí anduvo bien fue en Gimnasia y Esgrima de Mendoza: logró el ascenso con un gol suyo y fue referente. La gente guarda un gran recuerdo de él, no sólo futbolístico. En plena pandemia, el volante zurdo organizó una subasta de camisetas para recaudar fondos para el Hospital de niños Dr. Humberto Notti. Donó algunas de su colección personal: de Ezequiel Schelotto, Diego Forlán, Willy Caballero, entre otras.
No fue la única vez que se involucró en cuestiones extrafutbolísticas: durante su campaña en el equipo mendocino solía usar la cinta de capitán con los colores de la comunidad LGTBIQ+.
Llama donó camisetas de su colección para recaudar dinero. Foto IG.
“Siempre me gusta estar al tanto de lo que pasa en mi país. Me gusta estar interiorizado en muchos rubros, menos en el espectáculo, el chisme, eso no… Pero sí con grandes causas como por ejemplo ahora con lo de Bahía Blanca, que espero que pronto puedan solucionar todos los inconvenientes que tuvieron, fue una catástrofe. Siempre traté de ayudar, que sea un gran jugador o no, puede ser escuchado por una gran o una pequeña parte. No voy por ningún partido político, pero trato de ayudar desde donde pueda. Se habla de tantas cosas que son muy pequeñas al lado de las cosas que son importantes”.
En la charla se mezclan palabras entre el italiano y el español. Se apura porque se viene el entrenamiento para los últimos partidos del torneo y la gran definición. “Me encanta, amo mi trabajo, lo hago con mucha seriedad, con mucho profesionalismo y con mucha pasión sobre todas las cosas”. Jugar al fútbol, de eso se trata. No importa si es en la Serie A o en el ascenso. El sólo quiere seguir pateando una pelota.
