Lejos de los grandes nombres que tuvo la Liga española en la última década, ya desde hace un tiempo la Primera División tiene a varias figuras que se vienen destacando desde abajo y mantienen a flote el prestigio ganado. Entre estos, se puede encontrar a un argentino que la rompe y levanta suspiros.

Pese a que actualmente juega para el Osasuna, que marcha décimo en la tabla de posiciones, el delantero argentino logró imponer su juego y gracias a esto estuvo en el radar de muchos equipos: "Me buscó Barcelona y por suerte hubo muchos clubes interesados. También desde el Atlético de Madrid", comentó el ex jugador de Tiro Federal y San Lorenzo.

Sin embargo, este nivel que lo puso en lo más alto no alcanzó a seducir a Lionel Scaloni para convocarlo con la Selección y esto resulta ser una situación molesta para el delantero Ezequiel Ávila: "Tengo la sangre Argentina pero muchas veces mi cabeza piensa qué estoy haciendo mal o qué pasa que no tengo la oportunidad", soltó para TNT Sports.

Una situación que lo hace pensar y Chimy, como lo apodan, ya piensa en lo que puede ser una oportunidad única ya que Luís Enrique podría tenerlo en cuenta para su Selección"si me citan las dos no sé cuál elegiría. Será difícil pero si me llaman de España le diría que sí, no lo dudo", confesó dejando en claro que su intención es ser internacional.

Además, Chimy no solo habló de la Selección sino que también hizo mención a su hermano, Gastón, quien juega en Boca. Increíblemente, el delantero del Osasuna comentó que tiene un juramento de "no jugar más contra mi hermano" ya que de jóvenes, durante un final que los enfrentó, Chimy desmayó al defensor Xeneize de una trompada luego de que este último lo empujara.

Finalmente, Ávila contó la cruda infancia que debió vivir antes de llegar a triunfar en el fútbol: "vi cómo le disparaban a la gente delante mío por un penal o por no querer pagar las cosas cuando perdió", soltó antes de comentar que de sus veinte amigos solo le quedan tres por diferentes motivos.