Por la ida de las semifinales de la Copa de Portugal, Benfica recibió un cachetazo ante Sporting Lisboa como visitante. Los Leones se impusieron por 2-1 en un partido que terminó apretado por la reacción de las Águilas, que contaron con Ángel Di María y Nicolás Otamendi como titulares.

Con un gol de Pedro Gonçalves, antes de los 10 minutos, el local abrió la cuenta rápidamente e inclinó la cancha a su favor. Tras el descanso, salió con todo nuevamente y logró incrementar la diferencia en los pies de Viktor Gyokeres.

Benfica reaccionó con Di María manejando los hilos de su equipo y fue a través de una asistencia suya que encontraron el descuento, marcado por Fredrik Aursnes. El propio Fideo pudo haber anotado el empate con un gran remate de tres dedos, pero el grito fue ahogado por el VAR, en dónde se sancionó fuera de juego por obstrucción visual al arquero.

A pesar de sus buenas acciones, fue una jugada fortuita la que más tomó relevancia sobre el partido de Di María. A los 15 minutos del complemento, Orkun Kokcu quiso rechazar en su propia área, pero le pegó un pelotazo en la boca del estómago al rosarino.

Aunque la jugada continuó, el árbitro debió pausar el juego porque el Fideo seguía tumbado en su propia área. Afortunadamente, no fue nada para el argentino, que se repuso y levantó a su equipo en el complemento.

El 3 de abril se reanudará la llave de semifinales y Benfica intentará dar vuelta el resultado global ante su público. Por el otro lado del cuadro, el Porto de Alan Varela y Vitória de Guimarães se disputarán el otro boleto a la final, con los dos duelos pendientes.