Antes del debut de River Plate en la fase de grupos de la CONMEBOL Libertadores, el cuerpo técnico encabezado por Martín Demichelis tomó una determinación que hizo bastante ruido y que generó polémica, además de desaprobación en prácticamente todos los hinchas del conjunto del barrio porteño de Núñez.

Es que tres perlas mimadas por los fanáticos de River como Franco Mastantuono, Agustín Ruberto e Ian Subiabre fueron bajados a la Reserva. Pero esta determinación de Demichelis tuvo una explicación contundente: el Superclásico de dicha categoría ante Boca Juniors. Sí, un evento especial con una importancia elevada.

Así las cosas, este jueves, el Millonario y el Xeneize se encontraron frente a frente en el River Camp de Ezeiza. Sí, lo hicieron acaparando la atención de propios y extraños ya que un Superclásico siempre es atractivo, no importa de la división que sea. Y, lógicamente, esta no fue una excepción a la regla bajo ningún punto de vista.

En medio de ese panorama, el visitante fue quien pegó primero de forma contundente. Es que, cuando transcurrían jugados solamente 22 minutos del primer tiempo, Santiago Dalmasso impactó el esférico con un muy buen cabezazo para hacer absolutamente estéril el esfuerzo del arquero de River. 1-0 para Boca.

Sin embargo, el Millonario equilibró la contienda rápidamente. Y, precisamente, lo hizo por intermedio de uno de los mencionados nombres propios que fueron bajados a Reserva especialmente para este partido ante el contrincante más acérrimo. Se trata de Agustín Ruberto, que volvió a sacar a relucir todo su poderío goleador.

A los 31 minutos de ese mismo período inicial, el anfitrión diagramó una interesante maniobra colectiva que encontró al nacido en San Fernando, provincia de Buenos Aires, en una posición inmejorable para estampar el empate. Tal como se imaginaba, Ruberto remató con mucha clase y le dio la igualdad temporal a River.

El gol de Ruberto

Más tarde, Enzo Aguirre se encargó de dar vuelta el partido en favor del Millonario. Sin embargo, antes de la llegada del descanso, Ruberto volvería a aparecer en escena. Una vez más, el artillero de 18 años demostró toda su jerarquía para decretar el 3-1 de River y sellar su doblete para que delire toda la formación local.

El segundo de Ruberto