Si repasamos a los goleadores del fútbol argentinos en las últimas décadas seguramente surgirá el nombre de José Luis Calderón. El platense supo ser importante en cada uno de los equipos en los que jugó, pero especialmente dejó su huella en Estudiantes de La Plata.
Caldera jugó en el Pincha a lo largo de tres ciclos y supo conquistar aquel recortado Torneo Apertura de 2006, que le robó a Boca en desempate, y la Copa Libertadores del 2009 con Juan Sebastián Verón como bandera. Además, le dio la Copa Sudamericana a Arsenal en 2007.
Tras su carrera, que duró 21 años hasta sus 39, fue su hijo Lucas el que siguió sus pasos en este medio. A diferencia de su papá, el extremo pasó por Gimnasia y varios clubes del ascenso argentino antes de recalar en Uruguay.
En su momento, Lucas declaró a CieloSports: “Yo hago mi carrera, mi viejo ya la hizo y se retiró. Busco hacer mi propio nombre centro del fútbol. Que me comparen con mi viejo es lindo, pero quiero que digan Lucas Calderón, no el hijo de José Luis“.
Ahora, a sus 25 años, Lucas acaba de colgar los botines para perseguir sus sueños en otro rubro. Luego de 13 partidos en el conjunto charrúa, Calderón se metió de lleno en los negocios inmobiliarios para una conocida empresa en la región.
En sus redes sociales anunció: “Estoy muy feliz y emocionado por contarles que me he sumado como agente inmobiliario a Re/Max. En la vida en cada momento hay que tomar decisiones y esta es de las más importantes que he tomado“.
“Gracias de corazón a todo el equipo de Re/Max Diagonal 2. Estoy listo para colaborar a que se cumplan los sueños de cada cliente en la búsqueda de su hogar“, completó el que se desempeñaba como extremo derecho.