Nada es simple ni fácil en la vida de Facundo Campazzo. Nadie más que el cordobés de 31 años lo sabe. Su segunda temporada en la Liga de básquet más competitiva y desarrollada del mundo no lo tuvieron en su mejor versión. Él mismo se hizo cargo y admitió que “algo mal" debe haber hecho para no ser casi tenido en cuenta por Michael Malone, el entrenador de los Denver Nuggets.

Para Campazzo no fue una segunda temporada feliz en la NBA. “Lo primero que hice fue decir ¿qué estoy haciendo mal? No le estoy dando mucho al equipo”, reflexionó hace un puñado de días en ESPN. De aquel primer año en el que supo aprovechar las chances que Malone le dio por la lesión del base titular, el canadiense Jamal Murray, pasó a un año en el que lo que más hizo fue esperar en el banco de relevos.

Con ese contexto en contra, el base de la Selección argentina de básquet decidió no cerrar su temporada y se refugió en el trabajo con Mariano Sánchez (el hijo del legendario Huevo Sánchez que empezó a forjar y moldear a la Generación Dorada), un entrenador de desarrollo personalizado de jugador, en su búsqueda por ampliar los recursos ofensivos para poder continuar en la NBA.

Con dedicación full time y sesiones de hasta triple turno, el armador cordobés buscó potenciar sus cualidades y mejorar sus déficits. Sobre todo, su tiro de tres puntos y su ataque al aro, dos ítems que todo jugador externo de la NBA tiene al dedillo como una condición explícita para sentirse parte de una Liga que es una trituradora despiadada de jugadores en pos de aglutinar a lo mejor de lo mejor.

Con ese trabajo llegó a la Selección nacional en su raid clasificatorio rumbo el Mundial de Filipinas-Indonesia-Japón 2023. Y a partir de su juego y su condición física y mental impecable, Campazzo, en su primer partido como capitán, llevó a la Argentina a una gran remontada ante Venezuela, que perdía por 14 puntos y en el último en el último período destrabó un partido que se iba en picada a partir de un parcial de 26-13 para terminar imponiéndose por 69 a 66 (continuará este domingo con la visita a Panamá). Campazzo totalizó 29 puntos y fue el artífice de un equipo que aún busca dejar atrás a Luis Scola, el último estandarte de la Generación Dorada.

Campazzo fue el líder de un equipo que lo precisa como agua en el desierto. A partir suyo, el seleccionado nacional dejó de perder una pelota detrás de la otra y empezó a jugar de manera ordenada, lúcida y cerebral. Claro, Campazzo que venía con un partido bueno pasó a jugar de forma superlativa. Al lado suyo queda Carlos Delfino, quien fue parte de la alineación inicial, pero acertó un lanzamiento de tres puntos al principio y sólo protagonizó 17 minutos.

A un equipo al que aún le faltan figuras de la talla de Gabriel Deck y Nicolás Laprovittola, que por participar en la final de la liga de España hasta hace pocos días esta vez no fueron citados por García, Campazzo se hizo cargo y asumió su juego de rol determinante. En 36 minutos de jugo, el líder argentino convirtió 29 tantos a partir de 5 de 9 en triples y 12 de 13 en simples (1 de 5 en dobles), más 4 rebotes, 3 asistencias, 1 robo y 1 bloqueo (también tuvo 4 pérdidas).

Con esta actuación, Campazzo espera con ansiedad e ilusión mantenerse en la elite de la NBA. No será fácil ni sencillo. “No quiero irme de la elite. Ténganme en cuenta”, pidió en una prédica directa a los equipos que pueden cobijarlo como agente libre. Su otra opción visible es Real Madrid, pero para Campazzo esa no es su opción principal. Como él mismo lo dijo, “la NBA es mi primera, segunda y tercera opción, quiero seguir ahí, en la NBA”. En su visión, volver a Europa es un retroceso deportivo y no pretende que eso suceda. Mientras trabaja duro para mantenerse activo, al tiempo que mira con suma atención qué pasa en Estados Unidos, el lugar en el que pretende seguir. Eso no depende de él, sino de la NBA. Una Liga sin remordimientos para sacar o traer a aquel jugador que sirva a sus fines.

Formaciones:

Venezuela (66): David Cubillán 6, Garly Sojo 13, Jhornan Zamora 15, Miguel Ruiz 0, Néstor Colmenares 13 (fi) Gregory Vargas 6, Michael Carrera 4, Heissler Guillent 2, Yohanner Sifontes 5, Pedro Chourio 2, Windi Graterol 0. DT: Fernando Duró.

Argentina (69): Facundo Campazzo 29, Leandro Bolmaro 0, Carlos Delfino 3, Nicolás Brussino 0, Marcos Delía 9 (fi) Patricio Garino 9, Nicolás Romano 10, Juan Pablo Vaulet 4, José Vildoza 5, Francisco Cáffaro 0, Tayavek Gallizzi 0. DT: Néstor García.

Progresión: Venezuela 22-16, 42-31, 53-43 y 66-69.

Estadio: Luis Ramos (Puerto La Cruz).

Árbitros: Weiland (Canadá)-Bermúdez (México)-Bartel Maina (Uruguay).