Hace varios años se encuentra radicado en Europa, pero en el mundo River dejó una huella imborrable. Y no es para menos, ya que ganó seis títulos con el elenco de Núñez, donde se destaca la Copa Libertadores.

A lo largo de toda su estadía en el Viejo Continente, y en cada oportunidad que tuvo, demostró sus intenciones de retornar al fútbol argentino. Claro, la experiencia que adquirió y plasmó en su currículum le dio la espalda necesaria para pegar la vuelta. De todas maneras, no es algo sencillo.

Ya no está ligado al fútbol desde el terreno de juego, debido a que hace tiempo se desempeña como entrenador. ¿Qué es lo que lo imposibilita? Algo más que lógico: Marcelo Gallardo. Pero aún no quiere recalar en el Millo, sino que busca hacerlo en el futuro, para sustituir al DT más ganador de la historia riverplatense, y que justamente en el día de la fecha está cumpliendo 8 años al frente del equipo.

“Claro que me gustaría dirigirlo algún día. Yo estoy haciendo mi camino, no tengo ninguna prisa, estoy donde quiero estar y mi presente es el Aris Salónica. Pero yo sé que a la vuelta de la esquina estará River, pero no me preocupa hoy, ni me obsesiona. Al contrario. Yo sé que tengo que hacer mis cosas y el tiempo lo dirá”, explicó Germán Burgos en diálogo con La Nación.

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El Mono no come vidrio. Sabe que del cariño que tienen los hinchas para con él, y que lo recibirán con los brazos abiertos si es que los dirigentes lo tientan, en el futuro, para hacerse cargo del plantel. Pero a pesar de su deseo, es respetuoso con la actualidad que tiene al Muñeco al frente. Y se tomó un tiempo para elogiarlo: “Lo viene haciendo muy bien y se lo digo siempre a Marcelo cuando nos vemos: que siga de la misma manera. Es un entrenador extraordinario”, manifestó.

Además, el ex ladero de Diego Simeone en Atlético de Madrid fue consultado al respecto de lo que podría suceder con el futuro de Gallardo, quien volvió a ser vinculado con PSG: “Gallardoestá haciendo una experiencia maravillosa, y después el entrenador elige: qué lo motiva, qué lo mueve”, afirmó. Y completó con una frase a la que le añadió un toque de humor: “El entrenador analiza la institución, los jugadores, un montón de cosas, mirás qué cosas hay que arreglar… y te gusta eso, te invade ese espíritu guerrero… ¡Como Ares, el Dios de la Guerra!”.