Marco Rojas llegó al fútbol chileno y a Colo Colo como el Kiwi Messi, ya que es el alma de la Selección de Nueva Zelanda. Sin embargo, el mediocampista pasó sin pena ni gloria por el Estadio Monumental y hoy firmó su adiós a una estadía de una temporada en el país de su familia.

El mediocampista jugó su último partido por el Cacique ante Boca Juniors en La Bombonera. Rápidamente, tras arribar a Chile, Rojas llegó a un acuerdo con Blanco y Negro para adelantar su adiós 6 meses antes, ya que él tenía vínculo hasta fines de 2023 con el popular.

Según informó Cooperativa, la directiva que encabeza Alfredo Stöhwing intentó por todos lados de convencer a Rojas de seguir, al menos, hasta fines de año. Sin embargo, el oceánico tenía la decisión tomada hace semanas y su intención es volver a brillar en su tierra o bien retornar a la A-League, donde dejó grata imagen en el Melbourne Victory.

Rojas, además, tuvo hace algunos días un ofrecimiento concreto desde Audax Italiano para seguir su carrera en Chile, pero el mediocampista está enfocado en volver a Oceanía lo antes posible, ya que nunca se pudo acostumbrar ni al país ni a la liga.

Marco Rojas no pudo nunca ser un jugador desequilibrante en el fútbol chileno (Photosport)

Pese a su escuálido aporte, Rojas se alzó como campeón del fútbol chileno tras su arribo a Colo Colo en 2022. Además, el volante intentó despedirse a lo crack con una gran asistencia a Jordhy Thompson en La Bombonera para que el cuestionado juvenil anotara el empate ante Boca Juniors en la Libertadores.

Ahora, Colo Colo tiene que ver como subsanar la ausencia del jugador, quien esta temporada apenas 124 minutos en 4 compromisos en la Primera División, mientras que en la escena internacional estuvo 44′ en dos partidos y sólo anotó un gol en su paso por Chile.

Es resorte de la gerencia deportiva que lidera Daniel Morón junto a Gustavo Quinteros y el directorio de Blanco y Negro en ver si traerán o no a alguien en ese puesto. Es ahí donde el nombre de Pablo Parra puede dar resultados.