Edu Vargas está pasando un complicado momento en el Atlético Mineiro. El delantero de la Selección Chilena tocó fondo en Brasil debido a la expulsión ante el Palmeiras por la Copa Libertadores. El golpe anímico derribó a medias al artillero, quien está trabajando duramente para recuperar su nivel a través de tratamiento y de la neurociencia, que será fundamental para que el jugador vuelva a ocupar un lugar de privilegio en el Brasileirao.
A través del diálogo con Globoesporte en Brasil, el exjugador de la Universidad de Chile reconoció que su momento psicológico no es el mejor y que, como consecuencia, pasó por una depresión que busca revertir a través de una nueva rutina de trabajo.
“Después de la expulsión, sí, caí en depresión. Sentí que no quería nada de nada. No quería salir, no quería ir al supermercado (…)También pase por un proceso de separación con mi ahora ex mujer. Igual, me afectó estar lejos de mis hijos, ya que ellos se mudaron para Porto Alegre”, confesó Vargas.
El delantero, sin embargo, sabe que el momento es complicado, pero está dando la pelea. El artillero cambió su rutina y está trabajando junto al psicólogo deportivo Lincoln Nunes, quien es especialista en rendimiento deportivo. Varguitas comienza su día a las 6 de la mañana para realizar una activación físico mental y llegar a entrenar a Cidade do Galo en Belo Horizonte.
Vargas tiene contrato hasta 2024 con el Atlético Mineiro y trascendió desde Brasil que el jugador podría partir a jugar en el Al Nassr de Arabia Saudita. Sin embargo, Edu está enfocado en terminar el año de la mejor manera y, además, dar paso a la neurociencia junto a Fabiano de Abreu Agrela, quien es magister en psicología. La idea es hacer un estudio de neuroimagen para poder mejorar el rendimiento.
“Estoy enfocado en revertir esta situación. Intentaré, en estos últimos meses a ser considerado nuevamente por el técnico y quiero mostrar las ganas que tengo de cambiar la situación. Luego, la directiva del club dirá si estoy bien y si quieren que me quede”, deslizó.