El mundo del fútbol chileno da para todo y lamentablemente, a veces eso va más allá de lo permitidos, donde las pasiones traicionan la razón.
Esto ocurrió con el portero Paulo Garcés, quien llegó a Colo Colo el año 2014 y que a mediados del 2017, vivió en carne viva el lado oscuro de la carrera como futbolista profesional.
Tras un buen inicio, donde el año 2015 logró la titularidad por sobre el paraguayo, Justo Villar, una lesión en el hombro lo obligó a recuperarse rápidamente donde quizás, no lo hizo de buena manera.
Pese a haber renovado con los albos, una mala temporada terminó impidiendo que el Cacique se quedase con la corona en el torneo del primer semestre del 2017.
“Pasó lamentablemente lo que pasó. Terminé con mi salida, traumática, mal, porque perdí un contrato de tres años, esto no lo había dicho nunca. Había firmado por un millón y tantos de dólares y me fui casi con las manos vacías a Antofagasta”, dijo el Halcón de Parral en el programa en Youtube, El Almanaque de Florete.
Lo terrible vino después, donde dejar una de las instituciones más prestigiosas del país, no era fácil, pero con el correr del tiempo, aclara que fue lo mejor para los suyos. “Hasta el día de hoy digo ‘¿Fue buena la decisión?’ sí, porque seguí jugando. Sí, porque tuve tranquila a mi familia. Yo estuve amenazado de muerte muchas veces”, confesó Garcés.
Ahondando más en ello, el golero de Unión San Felipe sostuvo que “nunca tuve el espacio para hacerla (contar la historia). Las redes sociales estallaron, a mi me esperaban afuera de la casa, me mandaban mensajes diciendo dónde estudiaban los niños”, manifestó el campeón de América con la selección chilena en 2015.
“Me apedrearon los autos y sí me escupieron con los niños en brazos. Me tuve que ir del supermercado porque me estaban reputeando y mi hijo decía Papá, ¿Qué pasa?'”, reveló dramáticamente el deportista.
Garcés vivió algo similar tras vencer a la UC el 2013
El portero, fue el entretubos titular del equipo de O’Higgins campeón el año 2013 en el único título que tienen los rancagüinos y reveló una situación similar, tras vencer a Universidad Católica en aquella final, justo el cuadro que lo formó.
“Mira a lo que puede llegar a hacer la gente. Salimos campeones con O’Higgins ante Católica el 2013 y a mi hermano Óscar, se le metieron al edificio y en la puerta de su departamento pusieron un mono con mi cara. Ahora lo tomo como anécdota, pero en ese momento y llegar a esto, es tremendo”, finalizó Garcés.