Días atrás, se dio a conocer que el boxeador chileno Andrés Campos (17-2-1) se medirá ante una leyenda del boxeo filipino y mundial como lo es el gran Nonito Donaire (42-6-0). El combate será nada menos que por el título mundial interino peso gallo de la WBA, lo que supone un gran desafío para el nacional quien habitúa a pelear en la categoría mosca o supermosca.
Esta será la tercera vez que el oriundo de Lo Barnechea y exdeportista del CSD Colo Colo dispute un cinturón del mundo. Antes, lo hizo ante el británico Sunny Edwards en el Arena Wembley de Londres por el título mundial mosca de la IBF, donde cayó por decisión unánime en junio de 2023.
En octubre de 2024, tuvo una nueva chance ante Joselito Velázquez por el mundial silver de la WBC, cayendo por KO por primera vez en su carrera.
Aquellas son hasta hoy las únicas derrotas del deportista nacional. Antes, en su comuna natal, ya supo vencer a un excampeón del mundo de la categoría minimosca como lo era el mexicano Jesús Silvestre. También se consagró campeón intercontinental de la IBO peleando en Australia ante el filipino Ben Ligas derrotándolo por KO en el octavo asalto. Aunque aquellas son solo dos de las 17 destacadas victorias que registra el peleador quien, hasta 2023, llegaba con un impecable 15-0 en su historial.
Hoy, el regreso de Nonito Donaire ha causado gran revuelo en el boxeo. No es casualidad, ya que el retorno del filipino a disputar un título interino del mundo, se da prácticamente de la misma forma y tiempo del retorno del legendario Manny Pacquiao, quien se medirá ante el norteamericano Mario Barrios.
Para Campos, este combate es de los más significativos y complicados de su carrera. En frente, tiene a una leyenda que fue campeón en categorías como supermosca, gallo, supergallo y pluma.
Su currículum lo dice todo: en 48 combates, 28 de sus 42 triunfos fueron por KO. Es decir: pelea contra un finalizador de aquellos como pocos los hay en las categorías de menor peso.
Resistiendo los golpes del destino
Pero para Andrés Campos lo adverso no es nada novedoso. Creció en la toma Las Lomas 2 de la comuna de Lo Barnechea. Y sí, en comunas de mayor ingreso per cápita, también se nota la desigualdad que viven la gran mayoría de los países del cono sur y, en estricto rigor, en casi todo el mundo.
Su vida y temple aguerrido lo formó peleando en la calle, siendo barrista de Colo Colo, el club de sus amores, y enfrentándose a puño limpio ante lo que el destino le pusiera en frente.
Creció sin un padre biológico presente, pero con una madre que dejó todo por él y sus cinco hermanos. Uno de los mayores, Antonio Campos, días atrás tomó la difícil decisión de ponerle fin a su estadía en este mundo. Pero eso, lejos de noquear a “Andrecito” (como es conocido por sus cercanos), le entregó más fuerzas que nunca.
Hoy vive una vida distinta gracias al deporte. Sacó su carrera profesional tanto académica como deportiva. El boxeo es su vida, al igual que su pequeña hija y su compañera de mil batallas: Javiera.
El gran empuje para Andrés Campos
Ella (Javiera, su pareja), su madre y también hoy su retoña, son parte fundamental y profunda fuente de inspiración para seguir adelante. En diálogo con BOLAVIP, Campos no duda: “Hoy como padre, quiero estar presente y entregarle a mi hija todo lo que un padre a mí no me entregó”.
El también apodado como “Cocodrilo” en el mundo pugilístico, considera que estas oportunidades no se presentan dos veces. Y tiene razón, ya que de hecho, Campos era una de las últimas opciones que tenía considerada la organización para medirse ante Donaire.
Antes, había cuatro argentinos en fila quienes o no aceptaron el combate, o tuvieron problemas por lesión. Para el chileno, subir al peso gallo donde registra solo un combate que ganó por KO también en la Argentina, no fue problema.
“Estas oportunidades no se presentan muchas veces en la vida. Si bien debo subir algunas categorías, apenas llegó la oferta jamás dudé de mi potencial. Somos personas de carne y hueso, todos pegamos y recibimos. Gracias a Dios nunca dejé de entrenar luego de mi última victoria y estaba 100% preparado para algo como esto”.
El primer chileno campeón mundial de boxeo masculino
Chile no tiene hasta hoy a siquiera un campeón mundial de boxeo masculino. En femenino hubo ya dos: Carolina “Crespa” Rodríguez y Daniela “Leona” Asenjo.
De seguro la generación nacida en los 60’s y 70’s recordarán los éxitos de Martín Vargas. Lo de Andrés Campos no está muy lejos de aquellas hazañas, aunque a diferencia del legendario Vargas, quiere de cierto modo “cobrar venganza” por todos los “casi casi” del boxeo nacional y ser el primer hombre chileno en alzar un título mundial en este sacrificado deporte.
“La tercera es la vencida”, cuenta el famoso dicho. Y aunque no sea la vencida y no se cumpla dicha lógica, no hay dudas de que la vida ya le ha enseñado suficiente como para no rendirse jamás hasta lograr su máximo objetivo: “Ser campeón del mundo. Ser campeón del mundo. Ser campeón del mundo”.
Años atrás, en entrevista para el portal EnCancha con quien les escribe, contó en quiénes veía como referentes. Uno de ellos, además de Manny Pacquiao, era Mamoru Takamura. Sí, el personaje de ficción de la famosa serie Hajime No Ippo.
¿Quién se inspiraría en un personaje ficticio para sacar fuerzas donde las oportunidades escasean? Andrés. ¿Y si lo llevamos al mundo del fútbo?; un tal Alexis Sánchez, cuyo máximo ídolo no es Maradona, Pelé ni CR7, sino que Oliver Atom.
¿Logrará el pequeño peleador que surgió de una toma en un alejado rincón de Santiago convertirse en campeón del mundo? aquello se sabrá el próximo sábado 14 de junio cuando, en el combate estelar, se vea las caras ante Nonito Donaire.
