La Roja Femenina ayer hizo una proeza de aquella. El equipo de Luis Mena, sin arquera oficial tras el éxodo de Christiane Endler y Antonia Canales, hizo frente a la final del FutFem ante México y se quedaron con la medalla de plata tras perder por 1-0 en Valparaíso.
El cuadro nacional hizo frente a una serie de líos y escándalos antes del partido. Ante ello, un ex mundialista con La Roja como Óscar Wirth fustigó absolutamente el desdén de la directiva del fútbol chileno liderada por Pablo Milad. El ex arquero siente que el logro es absolutamente de las jugadores, tras la serie de errores que las afectó ir a pelear en igualdad de condiciones por el oro.
“Es meritorio lo que lograron las jugadoras. La situación que se presentó es impresentable. ¿Cómo te va a pasar eso en una competencia internacional? El torneo tiene una trascendencia y no hay ninguna excusa para que ellas pasaran por eso”, indicó Wirth en diálogo con Bolavip.
Wirth no tiene claridad sobre que estamento es el responsable si la ANFP o el cuerpo técnico de Luis Mena, lo que sí el ex meta de la Selección Chilena golpea la mesa diciendo que “seguramente habrá algún responsable, pero no se puede especular en esta clase de torneos, no se puede”.
Incluso, el exjugador de Chile y de Cobreloa cree que la movida que realizaron en privilegiar a jugadoras de campo sobre arqueras para ir por el oro sencillamente fue un desastre.
“No trajeron otra arquera para tener otra jugadora de campo y jugaste un partido decisivo con 14 personas y sólo con 3 en la banca, me parece impresentable”, agregó Wirth.
Lo hizo bien
Wirth también como un arquero histórico del fútbol chileno y de La Roja entregó sus felicitaciones a María José Urrutia, quien tuvo que salir a poner la cara como la arquera titular de Chile, pese a que ella es delantera.
La jugadora fue expuesta a cumplir un rol que no es su puesto principal y Wirth sólo le dedicó aplausos y loas a la Cote.
“Claro que sí, lo hizo bien. Al final la incertidumbre que ella tenía, la amilanó a toda con su manera de jugar”, terminó Wirth.