El 5 de julio de 1997, Chile dio un gran paso en su deseado objetivo de clasificar al Mundial de Francia 1998. En un Estadio Nacional repleto, La Roja goleó a Colombia por cuatro tantos a uno dando así, una señal más que los chilenos querían volver a una Copa del Mundo.
Aquella fría noche fue una de las mejores presentaciones de la escuadra de Nelson Acosta en aquel proceso, con un Marcelo Salas contundente que en el primer tiempo anotó tres goles e Iván Zamorano anotando sobre el final del compromiso de penal. El descuento de Hamilton Ricart solo sirvió para adornar y repetir el marcador que se produjo en Barranquilla, claro que esa vez, con victoria cafetalera.
Ese duelo de Chile tuvo una gran particularidad. Tanto en el equipo titular como entre los suplentes, no hubo ningún jugador de Colo Colo. Así, tal cual.
¿La razón? Los albos se alistaban para disputar la final del Torneo de Apertura ante Universidad Católica programada para el 8 y 10 del mismo mes. La polémica generada en la época es que Peter Dragicevic y Jorge Vergara, dirigentes albos, pusieron ciertas trabas para el trabajo de los futbolistas y que iba en perjuicio del entrenador paraguayo de los albos por esa época, Gustavo Benítez.
Acosta, que no le temblaba la mano para nada, dijo que si habían problemas, no iba a convocar a ningún jugador del cacique y así sin titubear, tomó aquella decisión.
Para la anécdota queda que no se requirieron jugadores albos para una de las más notables presentaciones de un combinado nacional que se tenga recuerdos. De todos modos, 15 días después, Chile recibió a Paraguay y en aquella oportunidad sí hubo dos jugadores de Colo Colo, Pedro Reyes y Marcelo Ramírez. Ambos en el banco de suplentes.
¿Cuándo y contra quién es el próximo partido de Chile en las eliminatorias?
Ahora La Roja tiene un segundo desafío, nada más ni nada menos que ante Colombia, este martes 12 de septiembre a las 21:30 horas en el Estadio Monumental.