Desde la salida de Eduardo Berizzo y tras la llegada de Ricardo Gareca, los microciclos de la Selección Chilena dejaron de ser un tema. Y es que derechamente estos períodos de entrenamientos previos de cara a alguna fecha o torneo importante, simplemente ya no se hacen más.
Luego de la derrota de La Roja frente a Brasil por 2 a 1 en el Estadio Nacional, Juan Cristóbal Guarello sacó la metralleta para responder a una presunta amenaza (según versión del propio comunicador) de Jean Beausejour.
¿Qué tiene que ver Beausejour con los microciclos? Para comenzar a contextualizar, Guarello planteó durante su programa “La Hora de King Kong”: “¿Por qué no se hacen microciclos? Lo que tengo entendido es que los dirigentes dijeron que no había plata. Es decir, el consejo de presidentes decidió que hacer microciclos con la Selección no valía la pena, que era un gasto innecesario”.
Tras responder esa interrogante, le dio con todo al “Bose” por no cuestionar a los dirigentes del fútbol nacional y, por cierto, por esa presunta amenaza, que surgió a raíz precisamente de que, días atrás, “King Kong” ya había emplazado tanto al bicampeón de América como a Marcelo Barticciotto.
La teoría de Guarello sobre el mal momento de la Selección Chilena y el fútbol nacional
Sin responsabilizar del todo a Ricardo Gareca por el momento de la Selección Chilena, Juan Cristóbal Guarello deslizó más su crítica hacia el lado de los dirigentes del balompié nacional.
“Si vinieran trabajando, tendríamos más balas en la cartuchera y no estar en cada convocatoria esperando a ver quien llama”, dijo esta tarde en Deportes en Agricultura.
En esa línea, recalcó que: “Habría una estructura para cubrir espacios de jugadores que están fuera. Con suerte te tocan unos que responden bien; Cepeda, Morales. Pero no es producto de un trabajo de fondo”.
Finalmente, puso término a su análisis diciendo: “Seguramente Gareca les dijo (a Cepeda y Morales) algo para sentirse seguros dentro del campo, pero lamentablemente no hay mucho más. Hubo un momento en que Brasil llegaba cada dos minutos. Sin claridad, pero llegaba y llegaba”.