Una de las mayores sorpresas del año en el circuito ATP fue sin duda la gran semana que protagonizó el coleccionista de cartas Pokémon, Terence Atmane, quien desde la qualy llegó hasta las semifinales del Masters 1000 de Cincinnati. Su aventura en la pista dura de Ohio marcó un antes y un después en su carrera, el cual se reflejó en el tremendo salto que dio en el ranking mundial.
El tenista francés había llegado a Cincinnati ocupando el puesto 136 del ranking mundial y su participación hasta la ronda de los cuatro mejores, donde superó a rivales de gran calibre en el cuadro principal, le permitió subir 67 puestos en el escalafón mundial y aparecer en el puesto 69 tras la última actualización.
En su camino hacia las semifinales, Atmane logró dos de las victorias más importantes de su carrera, venciendo a dos jugadores del Top 10: Taylor Fritz (número 4 del mundo) en octavos de final y Holger Rune (número 9 del mundo) en cuartos. Sus triunfos lo convirtieron en el primer clasificado desde la qualy en alcanzar las semifinales de Cincinnati desde 2015.
El tenista de 23 años, que sólo cedió dos sets en su camino hasta semifinales donde cayó ante Jannik Sinner (1° del ranking mundial), reconoció a la página oficial de la ATP que “es absolutamente increíble, una locura”, lo vivido en Estados Unidos.
La vida de Terence Atmane: Magia, Pokémon y Fernando González
En su biografía oficial de la ATP, el tenista francés reconoce que su gran ídolo es el chileno Fernando González. Fuera de las canchas, revela otra de sus pasiones: la magia, afición que incluso refleja en sus redes sociales, donde se presenta bajo el nombre de “The Magician”.
Otra tremenda curiosidad de Atmane, es que es dueño de una de las colecciones de cartas Pokémon más grande de Francia: “Cuando era un niño, veía Pokémon en la tele. Recuerdo que todo fue muy natural, en el colegio los niños hablaban de las cartas de Pokémon y eran muy famosas en aquel momento. Es un pasatiempo que me conecta con mi infancia y me relaja. Cuando estoy fuera de la cancha, es un mundo que me ayuda a desconectar y a mantener el equilibrio mental”, apuntó en una entrevista.
Sobre sus inicios en el tenis, Atmane recuerda que todo comenzó a raíz del cansancio de su madre por el tiempo que dedicaba a los videojuegos. “Jugaba todo el rato a esos videojuegos, todos los días. Un día mi madre llegó a casa y me dijo que me iba a comprar una raqueta de tenis y que me llevaría a un club a probar, que ya era suficiente con los videojuegos. Desde aquel entonces jamás dejé de jugar”, confesó el tenista francés.
