Tuvo que dejarlo partir siendo muy niño y en muchas noches recibió el llamado desesperado, casi como implorando de su hijo que lloraba y extrañaba a toda su familia "¿Te vamos a buscar?" le decían. "No, ya se me pasó".

Ese era el diálogo de Darío Osorio con su mamá en los primeros meses en que el novel futbolista ya estando en Santiago, entraba en una interrogante potente. Osorio fue uno de los más pequeños en vivir en la Casa Azul y tras superar esos momentos ahora es una realidad de la Universidad de Chile.

Y claro, si con su golazo anotado ante Cobresal le permitió a la U avanzar a los cuartos de final de la Copa, en un equipo que no luce, pero él se ha encargado siempre de entregar pinceladas de un gran talento y que le permite ser el segundo goleador azul en lo que va de temporada 2022.

Tras el encuentro en Valparaíso, Bolavip conversó con Alicia Osorio, madre de La Joya de Hijuelas, quienes siempre en masa acompañan al jugador y no dudó en reconocer que el gol de su hijo fue una verdadera obra de arte y que hasta hubo espacio para las lágrimas.

"Sí, bien. Estábamos felices, hasta lloré,  me emocioné como siempre. Aparte con harta gente se siente distinto", comentó la progenitora del 24 estudiantil y que lleva el mismo nombre de madres de valiosos ex deportistas chilenos como Iván Zamorano, Marcelo Salas y Marcelo Ríos, por ejemplo. 

Osorio celebrando uno de sus goles en el año y haciendo la "A" de su madre, Alicia (Agencia Uno)

Sobre el año que ha tenido Darío en el primer equipo de la U, la señora Alicia manifestó que están dichosos, aunque esa implica no compartir mucho con él. "Tranquilos, pero igual ya estamos 'agotados', porque no lo podemos ver. Si no venimos al partido, ya no lo vemos", afirmó.

 

Finalmente y en relación a lo que se comenta que ya habrían clubes intereados en el talento de Osorio, quien le dio la vida al jugador, señaló de manera espontánea algo que puede quedar a la interpretación. "Tranquilos, tranquilos. Lo tomamos todo con tranquilidad, ojalá que no se vaya todavía, ¿O puede que sí?" y en ese instante se sonrió. Para cerrar, tuvo palabras para el próximo desafío, el clásico ante Universidad Católica y que desde luego no lo dejarán solo. "Allá, si Dios quiere, estaremos otra vez apoyando como familia", sentenció.