Hora tras hora se siguen escribiendo nuevos capítulos de la penosa situación que se vivió en el Estadio Elías Figueroa Brander de Valparaíso luego de la suspensión del compromiso entre la U y la Católica en el marco de los cuartos de final de la Copa Chile y que tenía en ganancia a los cruzados.

Y es que lo sufrido por el golero azul, Martín Parra , quien sufre un trauma acústicoagudo con hipoacusia neurosensorial secundaria, más compromiso vestibular transitorio , tras las bombas de estruendo que cayeron cerca del ex Huachipato y que gatilló en que el cotejo no se siguiera jugando.

La dirigencia de Azul Azul a través de su presidente, Michael Clark, dio cuenta que lo más razonable era sancionar a los cruzados producto que fue un hincha de ellos quien lanzó el proyectil y que era un nuevo episodio de violencia protagonizado por los hinchas de la UC en esta temporada y que desde luego, la justicia deportiva tenía que primar y dar por vencedor a los azules.

Algo que hoy cercano al mediodía quedó en deseos, producto que la Federación de fútbol de Chile, pese a que los dirigentes de la ANFAquerían la descalificación de los precordilleranos, resolvió que el partido debía completarse y jugar los restantes 85 minutos del compromiso.

Pero también el plantel manifestó su disconformidad por esta resolución y plantean que mientras Parra no esté en condiciones de volver a las canchas, el partido no debiese ser disputado.

A su vez, la ANFP les avisó a los azules – de manera informal – que la idea es que el partido se dispute la próxima semana entremedio de dos compromisos vitales para la U en su afán de poder mantener la categoría.

Declaración del plantel y cuerpo técnico de Universidad de Chile a lo sucedido con Martín Parra (Prensa Universidad de Chile)

Es por eso, que los universitarios no quieren jugar en siete días más , por algo que ellos siguen considerando como injusto.

Veremos cómo se sigue escribiendo esta historia donde en el CDA siguen manteniendo que deportivamente están en desventaja tras lo sufrido por Martín Parra.