Como es de público conocimiento Botafogo vendió entradas para los hinchas de la U en otros sectores diferentes al asignado para ellos y que correspondían a dos mil localidades.
El club local decidió cancelar todas esas transferencias con la promesa de la devolución del dinero, el problema es que muchos de esos fanáticos azules ya estaban en Río de Janeiro o compraron pasajes pensando que entrarían al estadio.
Ayer lunes se realizó una reunión de seguridad donde participó Botafogo, la U, la Conmebol y la policía brasileña, donde los universitarios expusieron el grave problema que se puede generar por la gran cantidad de hinchas que están en la ciudad sin entradas.
El club local no dio su brazo a torcer y se negó a ampliar el aforo para los azules, esgrimiendo que la policía no permite más de 2.000 personas en el sector visitante.
Frente a esta gran problemática tomó cartas en el asunto el Cónsul Carlos Marín San Martín, el que envió una carta al jefe de la autoridad policial en Río de Janeiro explicando los hechos y pidiendo derechamente que los hinchas que compraron entradas puedan hacer uso de ellas.
En la U se aferran con todo al éxito que pueda tener el representante de Chile en tierras cariocas para responder a la necesidad que tienen al menos 1.000 forofos.
En el gigantesco banderazo que protagonizó la hinchada de Universidad de Chile en la puerta del hotel Windsor de Barra da Tijuca, BOLAVIP pudo constatar que la mayoría no tiene entrada y está a la espera de esta última posibilidad patrocinada por el Cónsul.
