Universidad de Chile golpeó la mesa luego de informarse por redes sociales de la suspensión del partido en el estadio Nacional ante Cobresal. El duelo estaba fijado para el domingo 18 de febrero y desde Azul Azul hicieron todo lo posible por cumplir con las exigencias de las autoridades. 

Pese a ello, la Delegación Presidencial decidió suspender el encuentro en el recinto de Ñuñoa. Lo que desató la molestia de la concesionaria.

 “Se nos pidieron cambios debido a lo que pasó en la Supercopa. Se pierde la fe en las autoridades. Uno hace un trabajo serio y los acuerdos no se cumplen. El partido del domingo habría sido el partido con mayor seguridad en la historia de Chile y con un costo gigantesco”, agregó Michael Clark. 

¿El estadio Nacional se cierra?

En primera instancia se indicó que la suspensión se debía por la falta de Carabineros, ya que la gran mayoría esta desplegado en la zona de emergencia por los incendios forestales. 

Pero horas más tarde Radio Biobio reveló una nueva arista y que pone en peligro la disponibilidad del estadio Nacional. El medio citado indica que todavía se siguen realizando trabajos en el recinto. 

Y uno de los temas más preocupantes es que en las zonas de control y validación de accesos, las cámaras mantienen solo visión lateral de los ingresos de los espectadores. Lo que impide garantizar la prohibición de ingreso de personas con antecedentes penales, órdenes vigentes o prevenidos de elementos prohibidos por la Ley 19.327. 

Por lo mismo, el recinto de Ñuñoa no tiene la certificación para desarrollar encuentros deportivos de fútbol. Argumento que sería determinante pero que abre las interrogantes ya que cómo se dio el visto bueno para vender entradas y cómo se aceptó realizar la Supercopa entre Colo Colo y Huachipato.