En el marco de los octavos de final de la Copa Libertadores de América 2015, River Plate y Boca Juniors protagonizaron una serie muy recordada por varios motivos.
Es que el conjunto Millonario terminó quedándose con la clasificación a la próxima instancia luego del conocido episodio del gas pimienta. Y posteriormente sería campeón.
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En el compromiso de ida desarrollado en el Estadio Monumental, el equipo de Marcelo Gallardo se impuso por 1-0 con gol de Carlos Sánchez de penal. Pero hubo mucha polémica.
La jugada principal que desató las quejas de la formación visitante fue una terrible patada que le propinó Ramiro Funes Mori a Pablo Pérez y que era merecedora de tarjeta roja.
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Sin embargo, Germán Delfino, árbitro de este encuentro, solamente mostró la amarilla. Y, este domingo, en diálogo con Radio Continental, se pronunció sobre ese hecho.
“Cuando vi la patada de Funes Mori a Pablo Pérez me quería matar. Te preguntás por qué no estabas un metro más a la derecha o a la izquierda para verla mejor”, exteriorizó.