El caso de la jugadora del PSG arrestada acusada de haber contradado a hombres enmascarados para agredir a su compañera de equipo no hace más que traer a la memoria a Tonya Harding. Pasaron casi 30 años pero su historia, que hasta fue llevada al cine, tiene demasiadas similitudes.

Diallo, la acusada.

Diallo, la acusada.

En París, el periódico L’Equipe denunció que la centrocampista del PSG Feminines Amanita Diallo habría buscado los servicios de matones enmascarados para agredir y lesionar a la jugadora Kheira Hamraoui con el objetivo de lesionarla y así recuperar su lugar en el equipo y en la selección. La jugadora fue golpeada con barras de hierro.

Hace casi tres décadas, un 6 de enero de 1994 las protagonistas fueron otras: por un lado Tonya Harding y por el otro Nancy Kerrigan ambas competidoras en patinaje sobre hielo en los Estados Unidos. Aquel día, en Detroit, ambas competían por entrar a los Juegos Olímpicos de invierno en Llillehammer, Noruega.  

Kerrigan no llegaría a competir: fue asaltada por un atacante no identificado que le golpeó la pierna con una barra de hierro. Si bien la lesión no terminó siendo tan grave, no pudo competir ese día y fue Harding la que gano y logró sus pasajes olímpicos.

El día del ataque a Kerrigan.

El día del ataque a Kerrigan.

Claro que tiempo después se descubrió que el atacante no era tan desconocido: Shane Stant fue contratado por Jeff Gillooly, exmarido de Tonya, y un amigo y guardaespaldas Shawn Eckardt. El ex esposo de la patinadora la implicó en la contratación, testificó en su contra y por eso recibió una reducción de pena, pasando sólo seis meses en prisión. La opinión pública no fue piadosa con ella. La prensa tampoco.

Sin embargo, Harding aseguró ser inocente y amenazó con demandar por 25 millones de dólares al Comité Olímpico de los Estados Unidos si la descalificaban. En Lillehammber coincidió con su archirival quien, ya recuperada, logró la medalla de plata. Tonya, en cambio, tuvo un problema y aunque recibió una segunda chance, finalizó octava. 

Tonya y Nancy.

Tonya y Nancy.

Harding sí se declaró culpable de haber obstruido la investigación de la Justicia, luego de reconocer que se enteró de quién estaba detrás del ataque a Kerrigan pero luego de que se cometiera la agresión, pero nunca lo denunció ante las autoridades.

La Asociación de Patinaje Estadounidense le quitó el título ganado en los Campeonatos Naciones de Detroit y la suspendió de por vida al considerar que sabía de la conspiración, algo que reconoció años después en su autobiografía.

En 2017, fue llevada al cine la historia de las patinadoras: Yo, Tonya fue nominada a tres estaduillas y se llevó un Oscar en 2018 por mejor actriz de reparto. La ganadora fue Allison Janney.