Es sencillamente imposible el asegurar que nunca hemos sufrido o sido parte de un accidente automovilístico. En el instante en que ponemos nuestro auto en marcha ya estamos expuestos a todos los posibles peligros que nos podamos encontrar en la vía.

En un choque trasero, también denominado colisión trasera, ambos conductores poseen igual cargo de responsabilidad a menos que se demuestre lo contrario, por este motivo el día de hoy vamos a abordar a profundidad este tema tan delicado.

La responsabilidad en un choque trasero a veces puede ser difícil de determinar. Fuente: Unsplash

La responsabilidad en un choque trasero a veces puede ser difícil de determinar. Fuente: Unsplash

Colisión trasera, un peligro constante

Dentro de todos los posibles accidentes que podemos llegar a sufrir mientras estamos conduciendo, un choque trasero es una de las colisiones que suelen pasar con mayor frecuencia.

Este tipo de situaciones puede darse por múltiples factores y de nosotros depende el tratar de evitarlas a toda costa. Actualmente, existen muchos más elementos que pueden hacer que los conductores pierdan más fácilmente la concentración mientras están al volante.

Las personas que tienen hábitos tan peligrosos como realizar llamadas telefónicas, mensajer, conversar con alguno de los pasajeros deben ser considerados conductores peligrosos. También una persona que tiende a distraerse con facilidad mientras se encuentra al volante, es muy probable que en algún momento provoque un accidente.

¿Qué puedo hacer yo para prevenir un accidente?

Conducir de forma precavida es una forma de evitar accidentes automovilísticos. Fuente: Pexels

Conducir de forma precavida es una forma de evitar accidentes automovilísticos. Fuente: Pexels

Tristemente no existe ninguna garantía de que nunca vayas a sufrir o ser parte de un accidente automovilístico mientras conduces, pero sí existen algunas medidas de seguridad que puedes tomar por tu cuenta para estar a salvo.

Es importante que al conducir un vehículo tu atención esté 100% enfocada en el camino, ya que en este puede haber tramos en donde tengas que maniobrar o cruzar a una velocidad determinada para poder continuar tu recorrido. Nunca está de más recordar que hay más vehículos en la vía y tu papel como conductor responsable, implica que tengas que conducir de forma defensiva.

Cuando pasa lo inevitable

Sin importar cuán precavido seas a la hora de conducir, es muy probable que puedas sufrir un choque trasero si mientras conduces te topas con alguno de los siguientes conductores:

-  Personas que giran o cambian de carril de forma violenta y sin hacer la señalización previa para informar a los demás conductores la maniobra que están a punto de realizar.

-  Los que frenan de forma repentina ante semáforos, intersecciones o incluso en caminos despejados.

-  Quienes zigzaguean de forma imprudente y constante para tratar de eludir a otros vehículos.

-  Los circulan a una velocidad más baja de lo permitido, por ejemplo una persona que se traslade a 30 km/h en la autopista.

-  Conductores inexpertos que activan la reversa de forma inesperada.

-  Personas que van a exceso de velocidad o conducen imprudentemente en lugares como estacionamientos, cruces peatonales o  zonas residenciales. 

¿Qué lesiones puedo presentar tras un choque trasero?

Durante un accidente de tránsito es probable que sufras alguna lesión en el cuerpo. Fuente: Pexels

Durante un accidente de tránsito es probable que sufras alguna lesión en el cuerpo. Fuente: Pexels

Hay que tener muy presente que un choque automovilístico es un impacto violento que aún a baja velocidad, es capaz de producirnos una lesión a nivel físico e incluso psicológico. En caso de un choque trasero, la fuerza y dirección del impacto puede generar lesiones en partes importantes del cuerpo.

Una de las zonas más vulnerables ante un choque en la parte trasera de nuestro auto es la columna vertebral. De hecho una de las lesiones más comunes en estas situaciones es el denominado “efecto latigazo”, un problema que se produce por la flexión o extensión brusca del cuello.

También la cabeza es otra de las partes que puede llegar a sufrir lesiones importantes durante un choque trasero. En impactos a alta velocidad, es muy probable que el golpe haga que nuestra cabeza impacte directo sobre el volante pudiendo provocar una contusión.

Sin importar la gravedad del impacto, un choque trasero genera un estado de agitación en nuestro cuerpo que puede desencadenar toda una serie de problemas psicológicos graves. Estrés, ansiedad e incluso el conocido síndrome de estrés postraumático pueden ser una consecuencia emocional a la que está expuesta una persona luego de un accidente automovilístico.

¿Cómo determinar que no fue mi culpa?

Emprender acciones legales contra una persona luego de un accidente automovilístico puede resultar algo muy riesgoso para todos los involucrados. Al llevar un caso a la corte es vital que tengas evidencias claras e irrefutables, de lo contrario esto puede representar un gasto de dinero muy grande e incluso acarrear una demanda de fraude en tu contra.

En Estados Unidos cada uno de los estados tiene sus propias legislaciones y por lo tanto, sus propias leyes y métodos para accionar ante cada uno de los casos. En California, por ejemplo, es necesario demostrarle a la corte que la persona a quien demandamos tiene por lo menos el 51% de la culpa del accidente.

Por otro lado, en el estado de Texas, el vehículo que impacta la parte trasera es quien tiene mayor responsabilidad en un choque trasero. Sin embargo, si se tiene evidencia sólida es muy probable que el caso sea decidido por el principio de “Negligencia Comparativa”.

¿Cuál es la mejor forma de actuar?

Al igual que cualquier otro accidente automovilístico, lo más importante es como nosotros abordemos el choque trasero. Lo mejor ante esta situación es intentar mantenerse tranquilo en todo momento e probar un acercamiento asertivo hacia el otro conductor involucrado.

Muchas veces este tipo de disputas pueden ser solucionadas de manera efectiva e inmediata sin necesidad de aplicar ningún proceso legal. Si logramos hacerle frente al otro conductor con una actitud calmada y respetuosa, es muy probable que todo termine bien para ambos.

En caso de que te veas en la necesidad de tener que poner una demanda ante el otro conductor, lo más importante es que te asesores bien con un abogado para que pueda explicarte cómo abordar el problema.