Gianni Infantino y FIFA están decididos a darle un giro de 180 grados a la Copa del Mundo. Las propuestas para cambiar el calendario de este deporte como nunca se ha hecho están sobre la mesa de quienes en unos meses tendrán que votar sí o no en la elección más determinante que haya vivido el fútbol en casi un siglo. Las próximas horas serán decisivas para conocer que puede ocurrir con el torneo más importante del planeta.

Todos conocemos hasta acá el contexto. Encabezados por Arsene Wenger, FIFA desea que el Mundial sea disputado cada dos veranos, así como la Eurocopa de Naciones y la Copa América. El fútbol vive un momento de cambio hacía un deporte cada vez más comercial donde habrá que ver hasta que punto se hace sostenible planificar un calendario donde cada mes de octubre, serían disputadas las Eliminatorias a la Copa del Mundo.

Jornada para conocer posturas

La semana pasada y viendo el desconcierto general del público, FIFA emitía un comunicado donde asegura que hoy 30 de septiembre, distintos actores del deporte tendrían una serie de debates en Zúrich de cara a conocer la opinión de todos los que se verán afectados si es que el cambio prospera. A pesar de que no se han dado hasta el momento los nombres llamados a representar los distintos intereses, medios como MARCA aseguran que entrenadores, jugadores, clubes y ligas estarán presentes de una forma u otra en Zúrich.

Si bien la votación final será realizada en el congreso anual de FIFA el próximo mes de febrero, desde el organismo tienen en claro que hasta como plantear la elección resulta clave para que Infantino y compañía logren su cometido. En una lucha donde el bando UEFA-Conmebol se enfrentará al resto de confederaciones, la jornada de hoy servirá para que desde Zúrich se empiece a preparar un cambio que parece inevitable.

211 votos es la cifra que necesita FIFA para cambiar a partir de 2026 el calendario del futbol Mundial. Con el apoyo de las federaciones africanas, asiáticas y de Oceanía no les bastará, por lo que deberán convencer a alguien en el viejo o nuevo mundo de unirse a la revolución más grande que haya tenido este deporte.