Tras el mal comienzo en el Clausura 2023, Mazatlán fue el primer equipo de la Liga MX que optó por un cambio de entrenador. Gabriel Caballero fue despedido y en su reemplazo, quien sorprendió quedándose con el banquillo fue Rubén Omar Romano, quien llevaba varios años sin dirigir algún equipo.
En su arribo a los Cañoneros, Romano promete no mirar hacia atrás ni juzgar el trabajo de su antecesor, sino centrarse en salir de esta situación: “No voy a hablar nunca del que se fue, para nada, yo tomé esto y soy responsable de lo que tomé. Por supuesto que es un equipo golpeado por los resultados, no solamente de esta temporada sino de los anteriores“, explicó.
Sin embargo, en diálogo con TUDN, lo que más llamó la atención de Romano fueron sus palabras reconociendo las ganas de dirigir a Cruz Azul: “Es un equipo que estaba esperando, no voy a negarlo, le tengo un cariño especial por todo lo que me sucedió, no solo dentro de la cancha sino afuera”. El experimentado argentino aceptó la oferta de Mazatlán previo a que la Máquina despidiera al Potro Gutiérrez.
“Sí anhelaba siempre volver, pero llega un momento hasta que uno dice ‘bueno, ya te esperé mucho, te quiero mucho, pero mi pasión está dentro de la cancha’ y apareció esta oportunidad”, dijo Romano respecto a su elección por Mazatlán. ¿Hubiera sido candidato para la Máquina si esperaba algo más de tiempo?
Contento por volver
Aunque no fuera en el banquillo de Cruz Azul, Romano reconoce su alegría por volver a dirigir:“Yo estoy en el mejor momento, me siento con unas ganas terribles, con muchas ganas de trabajar, de estar todo el día adentro, pasar horas en esto que me gusta. He tomado equipos con muchos problemas, temas de descensos, si bien el descenso no está, hay una multa económica que nadie quiere pagar”.