Las Finales de Pachuca y Víctor Guzmán parecen tener una peculiar relación que pasa por los goles y los campeonatos. Los Tuzos se coronaron como monarcas de la Liga MX la noche de este domingo en un encuentro al que llegaron con una importante ventaja tras ganar el partido de Ida por marcador de 5-1, pero que tuvo sus momentos álgidos.
Poco antes de terminar la primera mitad, los de la Bella Airosa se encontraban abajo en el marcador por la mínima diferencia y una mano que se marcó dentro del área se señaló como penalti. Nicolás Ibáñez fue el encargado de ejecutar, pero lo hizo de forma deficiente y Tiago Volpi atajó.
Esa acción podría haber significado una importante inyección de ánimo, paro los Diablos, aunque segundos después, Guzmán se encontró con una pelota en el área que prendió de derecha para mandarla a guardar a segundo poste y hacer explotar a un Estadio Hidalgo que contaba los minutos para poder celebrar con la copa.
La anotación apagó cualquier esperanza de hombrada choricera y dio pie a la fiesta hidalguense, tal como sucedió en el torneo Clausura 2016. En aquel entonces, Pachuca se midió en la Final a Monterrey y tras ganar la Ida por 1-0, todo se definió en el Gigante de Acero, donde Rayados logró ponerse en ventaja.
Pachuca como pudo logró evitar que le dieran la vuelta en el marcador global y cuando parecía que habría alargue, el milagro sucedió. Guzmán apareció en el área de La Pandilla para levantarse y rematar con la cabeza una pelota que terminó en el fondo del arco. El Pocho hacía campeón a los Tuzos por sexta vez.
El amuleto del campeón volvió a aparecer esta noche en el Hidalgo. Pachuca levantó el título por séptima vez en su historia y otra vez lo hizo con Guzmán presente en la hora de la verdad.