Entre todos los condimentos que lo vuelven una cita muy atractiva, el Mundial 2026 contará con una particularidad que lo diferenciará respecto a todas las últimas ediciones de la competencia de selecciones: tendrá una sede tripartita, con tres países vecinos y fronterizos que se transformarán en los anfitriones del torneo más prestigioso del mundo del futbol.
En esta oportunidad, México, Canadá y Estados Unidos serán quienes alberguen la competición intercontinental, repartiéndose entre sí los encuentros del certamen. Asimismo, sus respectivos seleccionados estarán clasificados automáticamente a la Copa del Mundo, en condición de receptores de este campeonato que se celebrará el año próximo.
En este contexto, la FIFA ha decidido otorgar a cada una de esas tres selecciones una ‘zona’ diferente en la primera ronda del Mundial 2026: México irá al Grupo A, Canadá irá al Grupo B y Estados Unidos irá al Grupo D (no al C en forma consecutiva a los canadienses). Esta no se trata de una medida automática ni aleatoria, sino que posee un trasfondo detrás.
Los fanáticos se han cuestionado internamente el motivo por el cual, al ser anfitriones los tres países, fueron colocados ‘a dedo’ en esos grupos por la casa madre del futbol y entidad reguladora de la Copa del Mundo. Sin embargo, desde el organismo bajaron e hicieron pública la explicación de aquella determinación que ‘separa’ a los países sede.
La medida de la Federación se explica en la intención de que cada una de las selecciones sede juegue la fase de grupos en su propio territorio: como al momento de elegir los estadios para cada grupo pusieron a los recintos mexicanos en el A, a los canadienses en el B y a los estadounidenses en el D, luego simplemente añadieron a sus respectivas selecciones en esos grupos.
De este modo, la Selección Mexicana será parte del Grupo A donde le tocarán dos juegos en Ciudad de México y uno en Guadalara; la Selección de Canadá compondrá el Grupo B contemplando dos partidos jugados en Vancouver y uno en Toronto; y finalmente la Selección de Estados Unidos integrará el Grupo D con dos compromisos estipulados en Los Ángeles y uno en Seattle. Todo tiene que ver con restricciones geográficas decididas por las autoridades de FIFA para la competencia.
Cabe aclarar que así como México, Canadá y Estados Unidos jugarán todos sus encuentros de fase de grupos en su propio suelo, sus rivales tendrán que movilizarse de un país a otro. Este escenario significará una ‘ventaja’ para estos anfitriones, que a diferencia del resto podrán tener una concentración fija y no tener que viajar tantas largas distancias para disputar sus compromisos de la fase inicial. ¿Podrán sacar provecho de este beneficio?
