Los rumores llegaron a su fin después de que, por medio de un comunicado, Grupo Orlegi, empresa liderada por el mexicano y dueño de Santos Laguna, Alejandro Irarragorri, revelaran que son los nuevos propietarios del Sporting de Gijón tras la firma de la compra del 73 por ciento de las acciones del club en poder de Javier Fernández por 43 millones de euros. Con esta venta Irarragorri tomará las riendas de la presidencia del club, mientras que David Guerra tendrá el poder ejecutivo y Gerardo García el control de la parcela deportiva, siendo Alfonso Villalva y Martín Hollander, el resto de su consejo de administración.
El encargado de tomar las decisiones en el día a día será David Guerra, periodista nacido en Madrid y experto en marketing que ha trabajado para LaLiga en Estados Unidos y desde hace un año para el Grupo Orlegi aunque también tiene experiencia en otros clubes pues en su momento lo hizo para el Queensboro FC, equipo estadounidense propiedad del asturiano David Villa y Campeón del Mundo 2010.
De acuerdo al documento lanzado, Grupo Orlegi la parcela deportiva sufrirá una notable remodelación, además de que se confirmó la continuidad de Abelardo Fernández como entrenador, quien tendrá la encomienda de competir por el ascenso para lo cual estarán buscando la continuidad de elementos claves como el caso de Fran Villalba, Uros Djurdjevic y los canteranos Guille Rosas, Gragera o Pedro Díaz.
Esta compra tendrá entre sus objetivos conseguir que un par de jugadores mexicanos refuercen al equipo que hasta ahora militaban en alguno de los equipos de los que también es propietario Irarragorri como Santos o Atlas. Pero por el momento el pendiente más urgente es la formación de la plantilla para la próxima temporada pues tan sólo quedan dos semanas para que arranque la pretemporada y a Abelardo le gustaría iniciarla con la mayor parte de jugadores a su disposición.
Grupo Orlegi no ha revelado nada sobre sus posibles intenciones sobre los planes anunciados por la familia Fernández quienes tenían la idea de la ampliación de Mareo, para lo cual había adquirido la finca anexa a la actual escuela, en donde preveía construir dos campos más de fútbol, un pabellón cubierto y una clínica especializada en medicina deportiva, así como una residencia para jóvenes futbolistas.