El grito homofóbico en los partidos de la Selección Mexicana fue el tema del día. Las sanciones ya alcanzaron nuevos niveles al grado de que el Tricolor tendrá que jugar sus siguientes dos juegos oficiales a puerta cerrada; sin embargo, esto podría alcanzar dimensiones mayores si este acto no se erradica.

Esta tarde, el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Yon de Luisa, confesó que se podría poner en riesgo la sede de la Copa del Mundo del 2026, por lo que llamó a los aficionados a abstenerse de gritarle al portero rival.

“Existe un gran riesgo, si esto no termina ya. ¿Cómo es posible que queramos ser sede de un Mundial si vamos a tener nuestras tribunas vacías?”, expresó el directivo.

De momento, las medidas a tomar por parte de la FMF consistirán en mantener las campañas de concientización a los aficionados y fortalecer en los estadios el mensaje para que esta práctica se termine.