“A veces sentía pena por mí misma y a veces me sentía deprimida, pero nunca perdí la esperanza, siempre tuve la esperanza de que algún día podría volver”. Y ese día llegó. Almaz Ayana tuvo su regreso triunfal, esta vez en el asfalto y no en la pista. Ganó la maratón de Amsterdam y así le dio un nuevo giro a una carrera que por un momento pensó que había llegado a u fin. Pero siempre se puede correr un poco más.

Su oro en Río.

Su oro en Río.

Desde el 2015 en adelante, la etíope vivió una etapa brillante. Ese año, en Beijing, se quedó con el título mundial en lo 5000 metros. En 2016 tocó el cielo con la manos cuando en Río logró la medalla de oro olímpica con récord mundial incluido en los 10.000 metros, más allá de que su marca haya sido superada tiempo después. Un año más tarde en Londres se quedó con el título mundial en los 10mil. Nada parecía detenerla. O si.

Problemas en lo cartílagos la obligaron a operarse ambas rodillas y, tras ganar el Medio Maratón de Nueva Delhi de 2017 con 1h07m12 en su debut en la distancia, solo compitió una vez hasta el 2021 (sin poder estar en los Juegos de Tokio, claro). ¿Era el final de una carrera que parecía no tener techo?

En 2016 ganó el premio a la atleta del año junto con Usain Bolt.

En 2016 ganó el premio a la atleta del año junto con Usain Bolt.

UN PARATE MAS

En medio de la recuperación de sus lesiones, Almaz decidió tomarse un tiempo para algo más: fue madre de su primer hijo, Surafel, en noviembre de 2020. Ese suceso, quizá, fue el que le dio la fuerza y motivación que necesitaba para regresar, ya sea a la pista o al asfalto, pero darle un capítulo más a esta historia.

Tres semanas después de dar a luz, volvió a ejercitarse y gradualmente mejoró su condición física. En enero, cuando dejó de amamantar a su hijo tras un período de 14 meses, comenzó con los entrenamientos más exigentes, según cuenta el sitio oficial de su equipo NN Running Team, el mismo en el que se entrena Eliud Kipchoge.

Ayana con su marido y su hijo.

Ayana con su marido y su hijo.

"Cuando volví a correr en la pista, fue un desafío y había perdido algo de velocidad debido a mis problemas en las piernas. Fue entonces cuando Soresa (Fida, su esposo) y mi manager decidieron que debería dar un paso adelante en el maratón”.

AYUDA PARA ENTRENARSE

"Mi esposo, mi sobrina y las hermanas de mi esposo asumen gran parte de la responsabilidad cuidar a mi hijo, no podría hacerlo sin ellos. Me han apoyado mucho pero a la vez yo también los he apoyado a ellos, dándoles la posibilidad de una buena educación. Les estoy muy agradecida”, cuenta.

UN COMIENZO PROGRESIVO

Ayana no saltó directo al maratón. Fue dando algunos pasos previos que la fueron empujando a los 42 kilómetros. Primero, en abril, fue quinta en Madrid, en los 21 kilómetros, con 1h08m22. Mejoró su marca en la distancia, aunque en una competencia que no homologa la marca, en la Great North Run, con 1h07m10, siendo tercera. Estaba lista para el debut.

LA VICTORIA

La carrera elegida fue la maratón de Amsterdam, en un circuito rápido. Además de Almaz, también debutaba en la distancia otra experta en pista como Genzebe Dibaba. Sin embargo, el triunfo fue para la etíope de 30 años, la tercera mejor marca histórica en 10.000 metros. 

"Antes de la carrera, estaba muy nerviosa porque pensé que sería muy difícil, pero después de correr mi primer maratón me di cuenta de que no había nada que temer", contó. Finalizó en primer lugar, siendo el tiempo más rápido de la historia del maratón para un debut femenino, con 2h 17m20. 

“Fue tan grande para mí como ganar los Juegos Olímpicos de Río. Después de todos esos desafíos para volver, por supuesto que es como ganar un título olímpico”, aseguró. Ahora, con el espíritu ganador que la caracteriza, seguramente irá por más. Por mucho más.