Enzo Maresca se convirtió este viernes en el nuevo entrenador del Leicester City. De esta manera, el conjunto de los Foxes, que descendió en la Premier League, ya tiene al encargado de dirigirlos en el Championship la próxima temporada. Aquí te contamos detalles de la carrera de este italiano de 43 años, reconocido por ser ayudante de campo de Pep Guardiola y por un polémico episodio durante su etapa como jugador por una agresión a Sergio Kun Agüero.
El italiano de 43 años tendrá su tercera experiencia como entrenador tras dirigir a la Sub 23 de Manchester City y el Parma de Italia. Ahora llega al Leicester para reemplazar a Dean Smith (fue despedido tras no lograr la permanencia), aunque los argumentos por los cuales fue elegido se asocian a una persona importante: Pep Guardiola.
"At the beginning, the target is to play in the best way we can." - Enzo Maresca 💬
Es que Maresca fue asistente técnico del actual entrenador de Manchester City durante la última temporada. Es decir que formó parte del cuerpo técnico que logró el triplete (Premier League, FA Cup y Champions League). Ahora, tendrá el duro desafío de devolver al Leicester a la Premier League.
Enzo Maresca y una recordada agresión al Kun Agüero
Durante su etapa como futbolista, Maresca destacó como un mediocampista de buen pie, pero de fuerte carácter. En el año 2008, jugaba en el Sevilla, uno de los clubes con los que forjó una fuerte relación y donde es muy querido. En un partido de LaLiga, el 20 de marzo de ese año protagonizó una fuerte polémica.
ver también
CRISIS ABSOLUTA: SIETE jugadores del Leicester serán agentes libres este mercado
Es que agredió de un cabezazo a un joven Sergio Agüero, de 19 años, que ya era una de las jóvenes figuras de Atlético de Madrid. Fue al minuto 60 cuando el italiano cabeceó el rostro del argentino y prácticamente le partió la nariz dejándolo cubierto de sangre. Claramente, fue expulsado, mientras que el delantero de los Colchoneros pudo continuar en campo.
El tiempo pasó y Maresca y Kun Agüero hicieron las paces cuando se cruzaron en Manchester, aunque la jugada pasó a la historia como una de las agresiones más fuertes que se recuerden.
