Vamos a refrescarles la memoria. El 23 de enero del 2022, Tom Brady jugó su último partido de la temporada con Tampa Bay Buccaneers, en la derrota en Playoffs ante Los Angeles Rams; días después, anunciaba su retiro de la National Football League (NFL) tras 22 años.

En ese partido, el mariscal de campo le dio un pase a Mike Evans para anotar el que, por ese entonces, significaba su último touchdown como profesional; tras ese juego, ese ovoide se puso a la venta y alcanzó un precio máximo de $518 mil dólares. Una auténtica locura.

Siin embargo, el 13 de marzo pasado, Brady se hizo atrás en su retiro y decidió volver a jugar en NFL 2022, provocando entre otras cosas que este "famoso" balón perdiera su valor de mercado, a tal punto que la empresa Lelands Auctions, encargada de la subasta, tomó una drástica decisión. 

Decisión final sobre venta de balón del "último" touchdown de Tom Brady
 

La organización explicó que, a raíz de la decisión del quarterback, se ha optado por anular el acuerdo de venta entre el comprador, el consignatario y la casa de subastas, aclarando que no se intercambió dinero, por lo que el convenio simplemente se anuló.

El presidente y socio de Lelands AuctionsMike Heffner, explicó sobre este balón de Brady que "queríamos hacer lo correcto, porque es la situación más singular que probablemente encontraremos en nuestras vidas, al menos cuando se trata de recuerdos deportivos. Todavía no hemos llegado al final del libro; hemos escrito un capítulo"

Sin embargo, el propio ejecutivo reveló que el consignatario del ovóide tiene planificado venderlo, aunque lo hará de forma privada, aclarando que "sigue siendo una parte increíble de la historia, porque cualquier bola de touchdown de Brady lo es".

Twitter: @TMZ

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