Después de no haber clasificado a los playoffs, los Green Bay Packers volvieron a ser un equipo digno de respeto esta campaña, consiguiendo la segunda posición en la NFC y llegando a la final de conferencia.

No obstante, los San Francisco 49ers fueron mucho para la defensa de los de Matt LaFleur, que terminaron cayendo 20-37 después de un segundo cuarto en el que permitieron 20 puntos sin respuesta.

Sin embargo, Aaron Rodgers no se vio doblegado en lo absoluto al finalizar el encuentro y, por el contrario, aseguró que este año le había "devuelto la alegría de jugar al fútbol", antes de reafirmar que aún pueden ganar un título muy pronto:

"La ventana está abierta para nosotros y eso es algo emocionante. Creo que estaremos del lado bueno de uno de estos partidos muy pronto. (...) No diría que este fue nuestro equipo más talentoso, pero tampoco lo era en 2010 y conseguimos la manera", declaró Rodgers a Pro Football Talk.

Ciertamente, los Packers tuvieron carencias claras a lo largo de toda la temporada, especialmente en lo que se refiere a su cuerpo de receptores. No obstante, la llegada de LaFleur fue una bocanada de aire fresco para un proceso que necesitaba reestructuración.

Ahora, ya pensando en su temporada número 16 y con 36 años, Rodgers tendrá el reto de mejorar sus registros de esta campaña, pues en ocasiones la afición sintió que había quedado en deuda.