Dak Prescott seguramente es el villano de la NFL en la actualidad. El quarterback rechazó una impresionante extensión de contrato de 175 millones de dólares, lo que le darían un promedio de 35 millones anuales. Sin embargo, la propuesta en su perspectiva poca y devolvió a la mesa su pedido de 45 millones anuales. 

A pesar de que seguramente su futuro esté en los Cowboys, Prescott no está realizando los entrenamientos virtuales junto al resto de sus compañeros de equipo. Toda esta situación es alarmante, ya que el entrenador en jefe es nuevo, por lo que deberá entender lo antes posible todas las jugadas y rutas de sus colegas. 

Mike McCarthy, coach de los Cowboys, se mantiene a la expectativa de que el inconveniente se solucione y se llegue a un acuerdo, para poder comenzar a entrenar con el jugador que considera clave en su faceta ofensiva. Está claro, el mariscal de campo es el corazón del equipo. 

"Está involucrado en una situación de negocios y yo tengo total confianza de que estará listo. Ha existido comunicación. De esta manera son los negocios en ocasiones y yo respeto eso", contó McCarthy en ESPN

Dallas debe cerrar un acuerdo antes del 15 de julio, fecha límite para que el mariscal de campo firme su contrato, siempre y cuando lo siga considerando su jugador franquicia.