Eduardo Coudet había recibido con gran ilusión el arribo de Gustavo Bou, a quien había dirigido en los Xolos de Tijuana, a la pretemporada de Racinge incluso había destacado sus primeras producciones en los entrenamientos.

Sin embargo, condicionado también por las lesiones, el delantero que supo ser el goleador del equipo que consiguió el título en 2015 fue perdiendo protagonismo al punto de haber disputado apenas ocho partidos en la presente Superligay solo dos de ellos como titular.

De la falta de minutos que habría generado tirantez en la relación entre Bou y Coudet quiere sacar provecho San Lorenzo en busca de reforzar una plantilla que quedó en deuda en la primera mitad del torneo.

El hombre llamado a acercar a las partes es Christian Bragarnik, representante tanto del delantero de La Academia como de Jorge Almirón, flamante entrenador del Ciclón.