Falta menos de un mes para que volvamos a ver rodar el balón en un partido oficial de Copa Libertadores, la cual lleva meses parada por el coronavirus.
Mientras los países ya retomaronla competencia local o al menos tienen a sus equipos entrenando en conjunto, la Conmebol prepara todo para poder cumplir con los requisitos sanitariosque la pandemia exige.
Y sin hacer nada al respecto, quien se vio beneficiado fue River, ya que uno de sus rivales en la fase de grupos debió cambiar la localía.
Binacional suele jugar en Juliaca, a más de 3.800 metros de altura. Hasta allí debía ir el conjunto de Gallardo para buscar sumar puntos y seguir prendidos en el torneo.
Pero por la situación que se vive, habiendo estado dicha ciudad muy afectada, el Instituto Peruano del Deporte exigió que pasen a jugar en Lima.
Mientras hay mucho descontento por parte del club peruano y también de San Pablo, que ya debió jugar allí y perdió viéndose claramente afectado por el quinto estadio más alto del mundo, en Núñez respiran hondo.