El organismo rector del fútbol mundial investiga si el gobierno uruguayo tuvo algo que ver en la renuncia de Sebastián Bauzá, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), lo que podría desembocar en la desafiliación de la selección celeste. A menos de tres meses del Mundial de Brasil, un escándalo se ha destado en Uruguay, que podría dejar a la selección fuera de la máxima competencia. En un comunicado dirigido a los presidentes de los clubes (y difundido por las redes sociales), el Consejo Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) dijo dar “un paso al costado” para “permitir que otras visiones políticas otorguen gobernabilidad al fútbol”. “El fútbol necesita tomar decisiones y las condiciones político institucionales actuales no permiten hacerlo”, agrega el comunicado.

Los incidentes en Nacional-Newell’s dejaron un saldo de 40 detenidos y 28 policías detenidos.

Esto podría traer problemas para Uruguay, ya que, según informó el diario El País, la FIFA investiga si el gobierno uruguayo tiene algo que ver en la salida de Sebastián Bauzá, presidente de la AUF, ya que la Conmebol ha informado que las presiones sobre el ejecutivo de la AUF provienen de un grupo empresarial que tiene ciertos vínculos con el gobierno. El problema explotó luego de que José Mujica, presidente de la nación, decidiera dejar fuera de los estadios Centenario y Parque Central a la policía, tras los incidentes después del triunfo de Newell’s ante Nacional, el pasado jueves, en el Centenario por la Copa Libertadores. Esta medida provocó que ayer, la Mutual Uruguaya de Futbolistas decidiera ordenarle a los jugadores de Peñarol y Miramar Misiones no jugar el partido por considerar que no había garantías. Si se prueba que el Gobierno de Mujica -por medio de vínculos y beneficios a terceros- pretendía la renuncia de Bauzá, la FIFA podría dejar sin Mundial a Uruguay, ya que el organismo rector del fútbol mundial no permite a los gobiernos influir en las decisiones de las organizaciones de fútbol. Si la FIFA consigue probarlo, la consecuencia sería la desafiliación de Uruguay, que lo dejaría fuera del Mundial de Brasil 2014.